La creciente demanda de chips, necesarios para construir vehículos tecnológicamente avanzados y conectados, ha introducido un nuevo conjunto de desafíos para la industria automotriz de América del Norte, con la escasez que provocó recortes de producción y cierres temporales de plantas, dijo Moody’s Investor Service.
La demanda de las empresas de electrónica de consumo exacerbó la escasez de suministro en medio de la pandemia de coronavirus.
La semana que viene, Ford dejará inactiva una planta de ensamblaje en Ontario, Canadá, donde fabrica los vehículos utilitarios deportivos Edge y Lincoln Nautilus. La empresa dijo que la planta cerrará durante una semana debido a la escasez de chips, la última de una serie de paradas temporales y ralentizaciones de la línea provocadas por la falta de semiconductores.
La situación podría deteriorarse aún más, después de que los desafíos relacionados con el clima en grandes partes de Estados Unidos se sumaron a la escasez de componentes, escribió Bill Rinna, director de pronósticos de vehículos de LMC Automotive. Es probable que la producción de América del Norte se vea más afectada en el primer trimestre, con focos de disrupción emergiendo en menor medida en el segundo trimestre, informó.
LMC redujo su pronóstico de producción en más de 250,000 unidades, con la posibilidad de que se pierdan otras 100,000 unidades para el primer trimestre, dijo Rinna. Se estima que la pérdida de producción de América del Norte a mediados de febrero superará las 190,000 unidades.
‘Nos vemos que el inventario vuelva a niveles normales hasta el cuarto trimestre de este año, o principios del próximo’, escribió Rinna.
