Las agencias de inteligencia de EU se encuentran ante un desafío monumental: convertir la inteligencia artificial en una herramienta segura para los espías estadounidenses.
Una rama de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional está colaborando con empresas y universidades para aprovechar la tecnología de inteligencia artificial en rápido desarrollo, que podría proporcionar una ventaja frente a competidores globales como China.
El desafío radica en garantizar que no se abran puertas traseras a los secretos más importantes del país ni se generen datos falsos.
‘La Comunidad de Inteligencia necesita aprovechar los modelos de lenguaje avanzados que existen, pero hay muchas incógnitas’, afirmó Tim McKinnon, un científico de datos que supervisa uno de los proyectos de la ODNI, conocido como Bengal. ‘El objetivo final es poder trabajar con un modelo con confianza’.
Este enfoque en la confiabilidad y la seguridad forma parte de una campaña militar e inteligencia más amplia de Estados Unidos para aprovechar el poder de la inteligencia artificial y competir con China, que busca convertirse en líder mundial en este campo para 2030. También está impulsando el aumento de la adopción de la inteligencia artificial a medida que el gobierno y sus contratistas adoptan esta tecnología emergente.
Las preocupaciones predominantes se centran en los modelos de lenguaje avanzados, que utilizan conjuntos de datos masivos para impulsar herramientas como ChatGPT de OpenAI, proporcionando respuestas detalladas a las indicaciones y preguntas de los usuarios.
‘La comunidad de inteligencia ve esto con saludable escepticismo y cierto grado de entusiasmo’, señaló Emily Harding, directora del Programa de Inteligencia, Seguridad Nacional y Tecnología del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, destacando la capacidad de los analistas para procesar grandes cantidades de información pero expresando dudas sobre la fiabilidad de los modelos actuales.
El director de tecnología de la Agencia Central de Inteligencia, Nand Mulchandasni, considera que la inteligencia artificial podría aumentar la productividad al digerir grandes volúmenes de contenido y encontrar patrones difíciles o imposibles de discernir para los humanos. También lo ve como una forma de competir con la ventaja numérica de China en personal de inteligencia.
El atractivo de la IA para la inteligencia estadounidense radica en su potencial para distinguir las señales del ruido entre los datos recopilados diariamente y desarrollar formas creativas de analizar los problemas. Sin embargo, aún existen riesgos relacionados con la influencia y la interferencia con los modelos de inteligencia artificial.