YouTube Live, la popular herramienta de la plataforma que utilizan los influencers para charlar en directo con sus seguidores, se ha convertido en escenario de estafas millonarias en las que impostores de Elon Musk y otros famosos ofrecen a los incautos propuestas demasiado buenas para ser verdad.
Haciéndose pasar por quienes no son y ganándose así la confianza de los internautas, los estafadores se embolsan al mes cantidades que fácilmente pueden superar los 8.9 millones de dólares en criptomonedas, como bitcoin, Ethereum o Dogecoin, explica en una entrevista el experto en Ciberseguridad Satnam Narang, que trabaja de investigador para la firma de Tenable.
El método es tan aparentemente sencillo como difícil de combatir por su agilidad y discreción, lo que permite a los estafadores lucrarse en un período de tiempo relativamente corto (de únicamente días o incluso horas) antes de ser detectados.
Los impostores secuestran las claves de un canal de YouTube Live popular (que puede tener cientos de miles e incluso millones de suscriptores), le cambian por completo el nombre y las características y reproducen en él videos robados de entrevistas u otras intervenciones públicas de la persona a la que buscan suplantar.
Elon Musk es uno de los más habituales, pero también aparecen a menudo famosos del mundo de las criptomonedas, como el presidente de MicroStrategy, Michael Saylor; los cofundadores de Ethereum, Vitalik Buterin y Charles Hoskinson; o el consejero delegado de Ripple Labs, Brad Garlinghouse.
Después, los estafadores hacen algo que inmediatamente debería hacer sospechar a cualquier persona y que ninguno de estos famosos ha hecho nunca: ofrecen doblar o triplicar la cantidad de criptomonedas que se les envíe a ellos, detalla Narang, que lleva meses investigando este engaño.
Pese a lo poco realista de la propuesta, las víctimas caen por varios motivos: en primer lugar, está la legitimidad que da el canal robado con cientos de miles o millones de suscriptores y que ofrece sensación de realismo, y luego está la habitual excentricidad con la que actúan algunos de los personajes suplantados como Musk.
Pero lo que más ayuda a explicar la candidez de las víctimas, según el investigador de Tenable, es el miedo a perder la oportunidad. La sensación de que todo el mundo se está lucrando con las criptomonedas salvo ellos y que no pueden dejar pasar esta oportunidad de ganar dinero en bitcoin o Ethereum.
Por supuesto, cuando los internautas envían su dinero a las cuentas promocionadas por los canales de YouTube Live, jamás reciben nada a cambio, y lo habitual es que esos canales desaparezcan sin dejar rastro en cuestión de horas o días una vez los propietarios originales se dan cuenta de que les han robado y lo denuncian a la plataforma.
Con todo el interés generado durante los pasados años en las criptomonedas -y con la gran fluctuación de valor experimentada por estas, que les ha llevado en ocasiones a disparar su cotización-, estos canales reciben con facilidad decenas de miles de visitantes, con lo que basta con que una pequeña proporción de ellos caiga en la estafa para que ya resulte rentable.
Para identificar este tipo de engaños, Narang sigue una pauta tajante: si realmente un famoso del mundo de las criptomonedas está regalando divisas para promocionarlas o sencillamente por filantropía, nunca pedirá dinero a cambio.
‘Como mucho, pedirá un retuit o un Me Gusta en una red social, pero en ningún caso que se le envíe dinero. Si la propuesta es ‘envíame dinero y te devolveré más, entonces es una estafa seguro’, concluye.