El gobierno de Estados Unidos está presionando a sus aliados, incluyendo a los Países Bajos, Alemania, Corea del Sur y Japón, para que refuercen aún más las restricciones de acceso de China a la tecnología de semiconductores.
Se trata de un esfuerzo controvertido que está generando resistencia en algunos países, según fuentes cercanas al asunto.
El último impulso de la administración del presidente Joe Biden tiene como objetivo cerrar brechas en los controles de exportación impuestos durante los últimos dos años y restringir el avance de China en el desarrollo de capacidades nacionales de chips, según las personas que solicitaron el anonimato.
Por ejemplo, Estados Unidos ha estado instando a los Países Bajos a impedir que ASML Holding NV preste servicios y repare equipos sensibles de fabricación de chips que los clientes chinos compraron antes de que se establecieran límites a la venta de esos dispositivos este año, según otras fuentes.
Además, EU también quiere que las empresas japonesas limiten las exportaciones a China de productos químicos especializados críticos para la fabricación de chips, incluido el fotoresistente. Japón alberga a varios líderes en fotoprotección, como JSR Corp y Shin-Etsu Chemical.
Los funcionarios estadounidenses quedaron sorprendidos en agosto pasado cuando Huawei presentó un teléfono inteligente impulsado por un chip doméstico, que estaba más avanzado que lo que Estados Unidos había intentado frenar en el progreso del país asiático.
Asimismo, Estados Unidos ha mantenido conversaciones con Corea del Sur sobre controles de exportación de chips, dada la posición de liderazgo del país en la producción de chips y el suministro de repuestos para equipos de fabricación de chips.