Inicio Web. Europa evalúa red satelital para competir con Starlink

Europa evalúa red satelital para competir con Starlink

Thales Alenia Space presenta una propuesta de red híbrida con 300 satélites para el programa IRIS, como alternativa a la red satelital de Starlink

Thales Alenia Space propuso una solución híbrida que combina satélites geoestacionarios con una constelación en órbitas más bajas como parte del programa europeo IRIS, con el objetivo de ofrecer una alternativa a la red Starlink de SpaceX, que ya cuenta con decenas de miles de satélites en operación.

Durante el Salón Internacional de Aeronáutica y Espacio de Le Bourget, celebrado al norte de París, el director general de Thales Alenia Space, Hervé Derrey, presentó esta estrategia multiórbita, la cual considera más sostenible y con costos más bajos frente al sistema de Elon Musk, que continúa su despliegue sin pausa.

La propuesta contempla una red de 300 satélites: 282 en órbitas a unos 1,200 kilómetros de altitud y otros 18 en órbitas mucho más altas.

Thales Alenia Space, participada en un 67% por la francesa Thales y en un 33% por la italiana Leonardo, está a cargo del diseño del sistema IRIS, la Infraestructura de Resiliencia de Internet por Satélite. Este proyecto reúne a operadores como SES, Eutelsat, Hispasat y Airbus, agrupados en el consorcio SpaceRISE.

Será la Comisión Europea la que tome la decisión sobre el lanzamiento operativo del sistema, que busca ofrecer un servicio digital autónomo para los países miembros de la Unión Europea, marcando así una respuesta a la creciente influencia de Starlink, tanto en escala como en capacidad tecnológica.

El objetivo es garantizar la seguridad y disponibilidad de servicios gubernamentales sin depender de proveedores externos como SpaceX, cuyos intereses pueden verse influenciados por decisiones geopolíticas, considerando además el perfil de su fundador.

En ese sentido, Christophe Salomon, director adjunto de sistemas de información y comunicación seguros de Thales, destacó que el conflicto en Ucrania evidenció tanto la utilidad estratégica de este tipo de constelaciones como los riesgos de depender de operadores no europeos.