El fisco francés reclama cerca de 1,000 millones de euros al gigante estadounidense de internet Google por ingresos que durante cuatro ejercicios obtuvo en Francia pero declaró en Irlanda, donde tiene su sede europea por razones de impuestos, según el semanario satírico Le Canard Enchaîné.
La reclamación, negada por Google, según Le Canard Enchaîné la formalizó la Dirección General de Finanzas con una carta con las conclusiones de una investigación que ha llevado a cabo estos últimos meses sobre los llamados «precios de transferencia» entre la filial francesa del buscador y el consorcio domiciliado en Irlanda.
Durante los cuatro años objeto de las pesquisas, Google obtuvo entre 1,250 y 1,400 millones de euros anuales por su actividad en Francia, pero sólo declaró 138 millones y únicamente pagó cinco millones a cuenta del impuesto de sociedades.
El resto del dinero, a través de una serie de montajes financieros, pasaron en términos contables a Irlanda, de donde fueron transferidos a las islas Bermudas -conocidas como paraíso fiscal- mediante una sociedad intermediaria en Holanda, de acuerdo con el semanario francés.
El fisco francés no quiso pronunciarse sobre esas revelaciones, en nombre de la confidencialidad que debe respetar en su relación con los contribuyentes, mientras de Google aseguró no haber recibido ninguna notificación.
La filial francesa del gigante estadounidense indicó que seguirá cooperando con las autoridades francesas como lo ha hecho hasta ahora y que respeta la legislación de todos los países donde está presente, así como las reglas europeas.
Le Canard Enchaîné indicó que la reclamación a Google fue abordada el pasado lunes en la audiencia en París de su presidente ejecutivo, Eric Schmidt, con el jefe del Estado francés, François Hollande. Esto podría ser utilizado por Hollande como instrumento de presión para que Google se avenga a aceptar un acuerdo con los editores de medios de comunicación, que quieren que el gigante de internet comparta los ingresos publicitarios que a su juicio se deben en parte a los contenidos de sus sitios web de información.
El presidente francés dio dos meses a Google para que se formalice un compromiso entre las dos partes, y avisó que si no se consigue, legislará para crear una tasa sobre su actividad, una posición de la que se felicitó la Asociación de la Prensa de Información Política y General.
EFE