Si ya de por sí existe preocupación en el sector de telecomunicaciones por el retraso en las licitaciones de espectro radioeléctrico, ha surgido un nuevo nubarrón, por el riesgo de que se frene en el Congreso la iniciativa de cambios a la Ley de Inversión Extranjera, que repercutiría en la telefonía fija.
Evidentemente es un tema que impulsa a fondo Telefónica Móvil, que preside en México Francisco Gil Díaz, exsecretario de Hacienda, porque en efecto es un absurdo que mientras en telefonía móvil sí se permite la inversión extranjera al 100%, en el caso de la telefonía fija se mantenga una restricción que no hace más que beneficiar a Teléfonos de México y a los concesionarios de telefonía fija.
La iniciativa marcha por buen camino y la expectativa era que se aprobara en este periodo extraordinario, pero al parecer hay diputados que ahora pretenden que se postergue hasta el próximo periodo ordinario para dar prioridad a la nueva Ley de Comunicaciones y de Radio y Televisión, que deberán modificarse necesariamente a raíz de la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Incluso, ahora afirma que las licitaciones del espectro radioeléctrico también se frenarán hasta que se apruebe el nuevo marco jurídico.
Desde luego en nada ayuda el pleito entre abierto entre la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), que preside Héctor Osuna, y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) porque sigue sin definirse el futuro de los cinco comisionados.
Una muestra más de este pleito fue lo que sucedió ayer en la presentación del informe sobre las actividades de la Cofetel porque no asistieron ni Luis Téllez, titular de la SCT, ni Rafael del Villar, subsecretario de Comunicaciones, quien como se recordará, es la causa del pleito por su amparo en contra del Congreso por no haber aceptado su nombramiento como comisionado.
La razón de su ausencia se debe en primer lugar a que la Cofetel ni siquiera se tomó la molestia de invitar a Del Villar, lo que sería lógico tratándose del Subsecretario del ramo y a Téllez lo invitaron a último momento el lunes pasado.
Fuente: El Economista, Maricarmen Cortés, México
