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WEB 2.0, dinamismo laboral

No se trata del viejo concepto de Internet 2.0 dirigido a la academia, sino de una nueva aplicación que permitirá a empleados trabajar en grupo de manera virtual y sin limitaciones

La aplicación Web 2.0, el producto más reciente en la euforia por internet, llegó a las puertas de una de las fortalezas más poderosas de la tecnología: el departamento corporativo de las tecnologías de la información o TI.

De acuerdo con sus promotores, este nuevo producto representará una liberadora variedad de nuevas tecnologías para la gente que realiza trabajo de oficina, librándola de algunos de los peores dolores de cabeza de la vida laboral moderna: información «restringida» e inaccesible en el escritorio de sus computadoras personales al salir de la oficina, por ejemplo, o los malabares de los correos electrónicos grupales que incluyen a una gran cantidad de colegas.

La Web 2.0, un término bastante impreciso, llegó para ofrecer una nueva generación de servicios en línea fáciles de construir y de utilizar. Basados en interfaces estandarizadas, a menudo pueden ser rápidamente combinados en servicios compuestos, llamados mash-ups o aplicaciones web híbridas.

Asimismo, gracias a los avances en tecnología de buscadores, podrán proveer el tipo de experiencia rápida y «viva» antes sólo disponible en los programas del escritorio.

Sin embargo, el contraste entre el mundo dinámico y sencillo de la Web 2.0 y el enfoque más formal de los profesionales de las TI pone de manifiesto un choque de culturas que podría detener el avance de esta revolución en particular.

Los avances que este nuevo movimiento está haciendo en el conservador mundo corporativo de las TI fueron puestos de manifiesto por la adquisición de JotSpot -una pequeña compañía privada que administra páginas web comunales conocidas como wikis- por parte de Google la semana pasada.

Esto suena como la herramienta ideal de la Web 2.0: documentos en línea que pueden ser escritos o editados por más de una persona, convirtiéndolos en una manera útil para que grupos de empleados colaboren sin una incesante serie de correos electrónicos grupales.

Los trabajadores individuales, y no los profesionales de las TI, son los que están descubriendo servicios como éstos en la red y utilizándolos para trabajar, afirmó Joe Kraus, cofundador de JotSpot. «Se ve una tremenda adopción de este tipo de herramienta en los niveles más bajos».

Al igual que JotSpot, varias compañías de internet nuevas que utilizan diseños basados en los trabajadores de oficina han creado servicios de colaboración y comunicación con el objetivo de superar algunas de las limitaciones de los procesadores de palabras tradicionales de los e-mails y computadoras personales. Incluyen procesadores de palabras en línea, calendarios, hojas de cálculo y servicios de administración de proyectos, a los que se puede acceder desde cualquier ubicación y pueden ser abiertos para que otros empleados los compartan.

«Desde hace tiempo el área de oficinas ha estado intelectualmente muerta», dijo Bob Sutor, vicepresidente de estándares y software de fuente abierta en IBM.

«Esta combinación de sucesos está generando movimiento. Le está inyectando vida a está área».

No obstante, como una ola temprana de visionarios de internet, la gente que utiliza la Web 2.0 se arriesga a exagerar sus logros y a entender posteriormente las dificultades. En relación a esto, sobresalen dos obstáculos: uno es que las compañías generalmente buscan un alto nivel de apoyo y seguridad en los proveedores de tecnologías, característica que resulta ajena al modo en que operan la mayoría de compañías Web 2.0.

Si las compañías de Web 2.0 tuvieran que asumir todos los costos de un proveedor tradicional, «¿existiría entonces un modelo empresarial que funcione?», cuestiona Geoff Yang, socio en Redpoint Ventures, una compañía conjunta con sede en Silicon Valley.

«Las empresas requieren de altos niveles de capacitación, documentación y apoyo, y quieren que sean personalizables».

El otro problema proviene del hecho de que dichas tecnologías dinámicas operan en internet, fuera de los cortafuegos que las compañías utilizan para proteger su información. En momentos en que las empresas de TI se centran en asuntos como el manejo de riesgos y la seguridad de la computadora, la mayoría de los departamentos de TI siente rechazo a estas ideas nuevas, lo que resulta perfectamente comprensible puesto que las consideran un riesgo.

Los pioneros de la Web 2.0 como Kraus desechan dichas preocupaciones. La necesidad de mejores tecnologías en el ámbito laboral, que ayuden a colaborar entre sí, es actualmente tan apremiante que los departamentos de TI no tendrán más alternativa que acceder: «A la larga tendrán que incluirlas en las TI».

Empero, muchos afirman que los nuevos servicios en línea se arriesgan al rechazo de las compañías si no se adaptan. «Los más pequeños no quieren escucharlo, pero si no tienen una estrategia para vivir dentro del cortafuegos, desaparecerán», señaló Sutor.

Eso podría significar, por ejemplo, construir el software como una aplicación, una «caja» que puede ser transportada y conectada a la propia red de la compañía para entregar el servicio, añadió.

A la larga, muchas compañías deberán «alojar» ellas mismas los servicios, dijo Joe Wilcox, analista para Jupiter Research. Con una fuerza laboral móvil pidiendo nuevo apoyo tecnológico; parece que ese trabajo está un poco atrasado.

Fuente: El Universal