Google aseguró hoy que no tiene intenciones de regresar a China, después de que su popular buscador en internet fuera bloqueado por el Gobierno de ese país en 2010, aseguró el CEO de la compañía, Sundar Pichai ante el Congreso estadounidense.
La declaración de Pichai ocurre en medio de una polémica generada por información que apunta a que la compañía está trabajando en un buscador para el mercado del gigante asiático.
‘No tenemos planes de lanzamiento de un buscador en China. Apostamos y apoyamos la libertad de expresión y los derechos humanos, y por ahora no hay ningún plan en ese país’, dijo Pichai en una declaración bajo juramento en el Senado estadounidense.
El pasado mes de agosto, la publicación electrónica The Intercept –que citó documentos internos de la compañía–, dijo que Google planeaba relanzar su motor de búsqueda en China con resultados censurados para cumplir con los requisitos de las autoridades de este país.
Según ese medio, Google ha estado preparando una versión para dispositivos móviles de su buscador, bloqueado en China desde 2010, y que vetará el acceso a páginas web para poder retornar al mercado chino.
Esa versión bloquearía también búsquedas sobre derechos humanos, religión y protestas pacíficas.
Pichai confirmó el pasado mes de octubre la existencia de un proyecto bajo el nombre clave de Dragonfly, aunque hoy desestimó los presuntos planes de Google de regresar al país asiático.
La posibilidad de que el buscador de Google se adapte a las exigencias del Gobierno chino ha recibido múltiples críticas en Estados Unidos, tanto por políticos como por parte de organizaciones de defensa de los derechos humanos, así como de los propios empleados de la empresa.
Hace dos semanas, trabajadores de Google publicaron un manifiesto en el que pidieron a la compañía que abandone las hipotéticas intenciones de regresar al mercado chino con un buscador que los firmantes consideraron que estaría ‘censurado’ y que permitiría ‘la vigilancia del estado’.
Activistas de Amnistía Internacional (AI) desplegaron en noviembre una pancarta gigante frente a las sedes de Google en varios países, incluyendo España, Canadá, Holanda y Alemania, en protesta de este supuesto proyecto.