Google anunció este martes una reducción del 30% al 15% de la comisión de su Play Store para los desarrolladores, el mismo movimiento que Apple hizo hace cuatro meses.
La comisión que Google y Apple cobran a los desarrolladores cada vez que un usuario realiza una compra son motivo de un duro enfrentamiento entre estos últimos y los gigantes tecnológicos, e incluso ha llegado al terreno judicial.
La reducción de la tasa entrará en vigor a partir del 1 de julio de este año y esta se aplicará sobre el primer millón de dólares en ingresos anuales de cada compañía, explicó en el blog oficial de Android, su vicepresidente para gestión de producto, Sameer Samat.
Si una empresa ingresa más de un millón de dólares en un año, la tasa sobre la cantidad posterior volverá a ser del 30%, como hasta ahora.
‘Con este cambio, el 99% de los desarrolladores a nivel mundial que venden bienes digitales y servicios verán una reducción del 50% en la tasa. Estos fondos pueden ayudarlos a crecer en una fase crítica de su desarrollo mediante la contratación de más ingenieros, empleados de marketing o el incremento de la capacidad de sus servidores’, apuntó Samat.
Google, como Apple, carga estas comisiones tanto a las descargas de las aplicaciones de pago como a las compras que se realicen dentro de cada aplicación, algo muy habitual por ejemplo en los videojuegos.
Además de aliviar las tensiones con los desarrolladores, el movimiento de hoy también podría ayudar a Google en las investigaciones abiertas en su contra tanto por parte del Gobierno estadounidense como de varios estados, que acusan a la compañía de prácticas contrarias a la competencia.
El cobro de estas comisiones a los desarrolladores y su cuantía son habitualmente usadas como argumentos contra las empresas, al considerar que se aprovechan de su dominio abrumador en el mercado para imponer estas tasas.
En noviembre pasado, Apple, propietario de la App Store, ya anunció la misma decisión, aunque en su caso la reducción al 15% sólo se aplica a los desarrolladores que, en total, facturen menos de un millón de dólares anuales, a diferencia de Google, que la aplicará a todo el mundo y sólo cobrará el 30% a partir del momento en que se supere el millón.