Huawei, a través de su presidente rotatorio Xu Zhijun, acusó a Estados Unidos de crear una ‘campaña geopolítica coordinada y táctica’ en contra de la tecnológica china para persuadir a otros países de no utilizar sus productos, informó hoy el diario oficial China Daily.
Xu, uno de los tres presidentes de turno de la compañía, señaló a Estados Unidos en una rueda de prensa en Shenzhen, acusando a Washington de emplear toda su maquinaria gubernamental contra la firma asiática.
Asimismo, el ejecutivo afirmó que los debates actuales en torno a la tecnología 5G –de la cual Huawei es una de las principales impulsoras– giran en torno a ‘cuestiones políticas’.
‘Algunos dicen que debido a que algunos países utilizan equipos de Huawei, esto dificulta a las agencias (de inteligencia) estadounidenses obtener sus datos’, señaló Xu.
Sus declaraciones se producen después de la gira que realizó por Europa del Este el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, quien advirtió de la creciente presencia de Huawei en la región.
Durante su visita, Pompeo manifestó su preocupación ante los planes del gigante chino de instalar un centro logístico en Hungría.
Por otra parte, Xu aseguró que Huawei invertirá más de 2,000 millones de dólares durante los próximos cinco años para mejorar la ciberseguridad de sus equipos, incluyendo la reescritura de algunos códigos, como un paso adicional para aumentar la confianza de las firmas extranjeras.
A finales del mes pasado, el Departamento de Justicia estadounidense acusó formalmente a Huawei, a dos compañías afiliadas y a su directora financiera, Meng Wanzhou, de trece cargos de fraude y conspiración para saltarse las sanciones a Irán.
Huawei ha sido objeto de constantes escrutinios por parte del gobierno de Estados Unidos, que en la práctica ha prohibido a la compañía que instale sus equipos de telecomunicación en importantes redes del país ante la preocupación de que puedan utilizarse para espiar a los estadounidenses.
Por su parte, Huawei, que es el mayor fabricante del mundo de equipos de telecomunicaciones y el segundo de teléfonos inteligentes, asegura que no es una amenaza a la seguridad en Estados Unidos, y apunta a que la empresa opera independientemente del Gobierno de China.