Huawei está preparando y cuenta con un ‘plan B’ para hacer frente a la sanciones de Estados Unidos: su propio sistema operativo, mismo que entrará en vigor el 19 de agosto.
Al parecer, el hecho de que Google vaya a retirarle la licencia al gigante chino para utilizar el sistema operativo Android en sus nuevos productos, o que los fabricantes estadounidenses de semiconductores cierren las remesas de chips, sería un golpe insuperable para cualquier compañía.
Sin embargo, Huawei ha diseñado un ‘plan B’ para enfrentar la situación.
La consultora Eurasia Group considera que ‘el veto lanza una enorme sombra sobre la capacidad de la firma de seguir fabricando productos de consumo avanzados –incluidos los teléfonos 5G–, que en 2018 generaron el 48.4% de los 105,200 millones de dólares que ingresó la compañía’.
‘Estamos dispuestos a seguir usando el software de Google y Microsoft, pero no tenemos otra opción’, dijo Richard Yu, responsable de la división de productos de consumo de la compañía, en comentarios reproducidos por el periódico chino global Times.
La alternativa es la fabricación de sus propios semiconductores, el desarrollo de su propio sistema operativo, que según algunos medios chinos se ha bautizado como ‘Hong’ o ‘Sueño Rojo’.
La compañía ya venía trabajando en un sistema operativo propio desde 2012 –según medios chinos– y se ha acelerado ante el deterioro de la relaciones comerciales entre Washington y Pekín.
Según Yu, el sistema probablemente puede lanzarse este otoño, o no más allá de la primavera de 2020. Podrá utilizarse en todo tipo de dispositivos de Huawei y será compatible con todas las aplicaciones de Android.
El problema no representa un gran daño en China, ya que los usuarios cuentan con un mundo paralelo de aplicaciones, muchas de ellas muy populares y con más funciones que sus equivalentes en el extranjero.
El problema radica en su mercado exterior, ya que Huawei es el segundo proveedor de teléfonos móviles en el mundo y aspira a sobrepasar a Samsung para convertirse en el primero.
A los consumidores de estos mercados sí les preocupa no poder acceder a Gmail o a Google Maps, ante lo cual la consultora Strategies Analytics prevé que el año próximo las ventas en el extranjero de los dispositivos de Huawei caigan en un 24% y un 23% en 2020. Ante dicha situación, surge la incertidumbre de hasta qué punto podría ser útil un teléfono de esta marca.
El fundador de Huawei reconoce, con los medios chinos, que no es fácil. ‘Crear un nuevo sistema operativo no es una tarea difícil, pero sí es difícil construir el ecosistema necesario’, dijo el propio Ren Zhengfei.
También dependerá de si los desarrolladores pueden o quieren trabajar con Huawei. No está claro aún si la orden estadounidense podría afectarles, o si preferían no incurrir en problemas con las autoridades de Washington.
La peor noticia llegó de ARM. La empresa británica encargada del diseño y la arquitectura de la mayoría de procesadores para móviles, incluidos los de Huawei, ya que rompió también con la marca china.
Huawei dijo en un comunicado: ‘Valoramos las relaciones con nuestros socios, pero reconocemos la presión a la que están siendo sometidos algunos de ellos, como resultado de decisiones motivadas políticamente. Confiamos en que esta lamentable situación se pueda resolver y nuestra prioridad sigue siendo continuar ofreciendo tecnología y productos a nuestros clientes en todo el mundo’.