La inteligencia artificial (IA) colocaría en “alta exposición” a más de 30 millones de trabajadores en Estados Unidos, que cubren tareas que podrían ser realizadas por máquinas.
Según un nuevo informe de Brookings Institution, los robots podrían reemplazar a una cuarta parte de los empleos en Estados Unidos, que se verán gravemente afectados por la IA, que acelera la automatización de los trabajos existentes.
Entre los trabajos más propensos a verse afectados se encuentran: cocineros, camareros y otros en servicios de alimentos; conductores de camiones de corta distancia y empleados de oficina.
“Esta población necesitará mejorar sus habilidades, volver a capacitarse o cambiar de trabajo rápidamente”, dijo Mark Muro, miembro senior de Brookings y autor principal del informe.
Muro indicó que el cronograma para los cambios podrían ser unos años o dos décadas. Pero es probable que la automatización suceda más rápidamente durante la próxima recesión económica.
Las empresas suelen estar ansiosas por implementar tecnologías de reducción de costos al despedir a los trabajadores.
No solo los nuevos avances en inteligencia artificial y los robots industriales y de almacén alterarán la fuerza laboral estadounidense, los kioscos de autoservicio y los conserjes informatizados de hotel harán su parte.
La mayoría de los trabajos cambiarán un poco a medida que las máquinas se encarguen de las tareas rutinarias, pero la mayoría de los trabajadores en Estados Unidos podrán adaptarse a ese cambio sin ser desplazados.
Los cambios serán más notables en las ciudades más pequeñas, especialmente en el corazón y cinturón de Rust y en estados como Indiana y Kentucky, según el informe del grupo de expertos de Washington.
También afectarán de manera importante a los trabajadores más jóvenes, que encuentran en servicios de alimentos y otras industrias un mayor riesgo de automatización.
De hecho, algunas cadenas de restaurantes ya se han movilizado hacia máquinas de auto-pedido; un puñado ha experimentado con cocinas asistidas por robots.
Google está probando este año el uso de su asistente de voz digital en los vestíbulos de los hoteles para interpretar instantáneamente las conversaciones en docenas de idiomas.
Los vehículos autónomos podrían reemplazar a los conductores del reparto de cortas distancias. Walmart y otros minoristas se están preparando para abrir tiendas y cajeros con sensores en la tienda o cámaras con tecnología de reconocimiento facial.
Muchos economistas encuentran que la automatización tiene un afecto positivo general en el mercado laboral, dijo Matías Cortés, profesor asistente en la Universidad York en Toronto, que no participó en el informe Brookings.
Puede crear un crecimiento económico, reducir los precios y aumentar la demanda, a la vez que crear nuevos empleos que compensan los que desaparecen.
Sin embargo, Cortés dijo que no hay duda que hay claros ganadores y perdedores. En el pasado reciente, los más afectados fueron los hombres con bajos niveles de educación que dominaban la manufactura y otros empleos de cuello azul, y las mujeres con niveles intermedios de educación que dominaban el clero y cargos administrativos.
En el futuro, la clase de trabajadores afectados por la automatización podría carecer a medida que las máquinas se vuelven más inteligentes.
El informe de Brookings analizó el potencial de automatización de cada ocupación basándose en la investigación realizada por la firma de consultoría de gestión McKinsey.
Los trabajadores que permanecen indemnes, en gran parte, serán aquellos que requieren no solo educación avanzada, si no también habilidades interpersonales e inteligencia emocional.
“Estos trabajos bien remunerados requieren de mucha creatividad y resolución de problemas; eso va a ser difícil de reemplazar con las nuevas tecnologías”, dijo Cortés.