La evolución de la Inteligencia Artificial (IA) ha facilitado la creación de contenidos audiovisuales hiperrealistas, una herramienta que ciberdelincuentes están explotando para llevar a cabo sofisticadas suplantaciones de identidad.
Mediante el uso de deepfakes, es posible replicar patrones de voz, rostro y movimientos de una persona para engañar tanto a individuos como a sistemas de autenticación, generando pérdidas económicas y vulnerando información confidencial.
Latinoamérica, en la mira de los ciberdelincuentes
Un reporte de IBM reveló que en 2024 Brasil (68%), Colombia (17%) y Chile (8%) fueron los países más afectados por incidentes cibernéticos en la región. Los sectores de retail, finanzas y seguros encabezaron la lista de los más golpeados, concentrando un 25% de los ataques cada uno.
Según Appgate, las estrategias más comunes incluyen redes sociales falsas (56%), phishing tradicional (24%) y phishing con redirección (7%).
El uso de deepfakes amplifica estos ataques al hacerlos más creíbles y difíciles de detectar. Los delincuentes recurren a herramientas de IA para alterar voces, imágenes y textos con el fin de burlar medidas de autenticación y engañar a las víctimas.
Cómo operan los fraudes basados en clonación de voz y video
La tecnología deepfake emplea algoritmos de aprendizaje automático para analizar patrones de voz o imágenes a partir de archivos públicos, como audios o fotos en redes sociales. Los delincuentes utilizan software especializado para generar imitaciones de voz y videos que replican movimientos y expresiones de manera fiel, logrando incrementar la efectividad de los engaños.
Además, servicios en línea han democratizado el acceso a estas herramientas, facilitando su uso incluso a personas sin experiencia técnica. Esta accesibilidad incrementa los riesgos, no solo para empresas, sino también para usuarios individuales, cuyos datos personales pueden ser utilizados para fabricar suplantaciones convincentes.
Recomendaciones para protegerse de fraudes digitales
La prevención es clave para mitigar los riesgos asociados con la clonación de voz y video:
- Verificar la autenticidad de cualquier comunicación inesperada, especialmente aquellas que soliciten información personal.
- Evitar proporcionar datos sensibles como números de identificación, domicilios o contraseñas durante llamadas o mensajes no solicitados.
- Sospechar de situaciones urgentes que involucren promesas financieras o apelaciones emocionales. Ante la duda, es mejor finalizar la llamada y contactar directamente a la institución involucrada.
Control de la huella digital
Las publicaciones en redes sociales representan una fuente de información valiosa para los delincuentes. Ajustar configuraciones de privacidad en plataformas como Facebook o Instagram puede limitar el acceso a contenido personal. Además, es importante reflexionar sobre la información que se comparte en línea, ya que cualquier dato puede ser empleado para construir deepfakes.
Con ciberdelincuentes cada vez más sofisticados, mantenerse alerta y tomar medidas de seguridad adicionales puede marcar la diferencia para prevenir fraudes en un entorno digital cada vez más riesgoso.
Fuente: Appgate