Critica Alejandro Puente que la empresa mexicana ocupe las utilidades que le deja a la empresa los altos costos del servicio que cobra los destina a incursionar y crecer en otras naciones
El presidente de la Cámara de la Industria de Telecomunicaciones por Cable (Canitec) Alejandro Puente afirmó que es económicamente inviable y moralmente inaceptable que Telmex siga llevándose dinero de los mexicanos para invertir en otros países.
Destacó que las utilidades que le deja a la empresa los altos costos del servicio que cobra los destina a incursionar y crecer en otras naciones.
En el marco de la Expo Canitec 2008, Puente dijo que Telmex se ha convertido en su propio regulador, pues en lugar de acatar las disposiciones de la autoridad en materia de compactación de áreas locales, a fin de evitar a un mayor número de usuarios, cargos de larga distancia, cuando hacen llamadas que deberían ser locales, la empresa aplica su propio programa de “Ciudades vecinas”.
El empresario señaló que Telmex insiste en distorsionar los intentos de este gremio por lograr mejores tarifas y de demostrar cómo avanzar para ser una economía sustentable permitiendo la entrada de nuevos competidores a las telecomunicaciones en una lucha de empresarios y de ricos.
“Lo que hace Telmex es distorsionar esa causa, pero no se puede comparar la segunda riqueza del mundo contra toda la industria del cable, pues la riqueza de Grupo Carso es 80 veces mayor de lo que vale la industria del cable”, sostuvo.
Pide entrar a WiMAX
Por otro lado, el representante del gremio de lo cableros aseveró que si la Comisión Federal de Competencia no permite a esta industria participar en las licitaciones de frecuencia de WiMAX “entonces nos enterrará”.
En este sentido, consideró que la autoridad antimonopolio sólo debería prohibir la participación en esta subasta a los operadores de telecomunicaciones que ya tienen espectro.
Reiteró que la Canitec pugna porque existan más de cinco operadores en el mercado de la telefonía, pero la razón de que no participen más empresas es porque no hay una certidumbre jurídica que permita competir “con un monstruo como Telmex”.
Fuente: El Universal, México
