Camiones de acarreo, palas mecánicas, bombas y tuberías son parte del paisaje habitual en las operaciones de arenas bituminosas de Imperial, en el noroeste de Alberta, Canadá.
Pero hoy también lo son los drones, robots y, más recientemente, la inteligencia artificial generativa.
Desde 2018, la compañía Imperial ha enfocado sus esfuerzos en una transformación digital. Según Cheryl Gomez-Smith, ejecutiva a cargo de la producción, estas iniciativas ya han generado 700 millones de dólares en ganancias, y se espera que la cifra alcance los 1,200 millones para 2027. La empresa cuenta con un equipo interno especializado en tecnología y con el respaldo técnico de su matriz estadounidense, ExxonMobil.
Entre las aplicaciones ya activas están los camiones autónomos en la mina de Kearl y Spot, el robot cuadrúpedo de Boston Dynamics, que realiza inspecciones y tareas de mantenimiento en Cold Lake, una instalación dedicada a la extracción de bitumen.
Ahora, Imperial amplía el uso de inteligencia artificial generativa. En Cold Lake, drones operados a distancia están reduciendo costos de mantenimiento y pronto integrarán funciones con IA. Además, sensores inteligentes ya automatizan la velocidad de los balancines, lo que mejora la eficiencia en las operaciones.
