Intel enfrenta críticas en China después de que pidió a los proveedores que no utilicen mano de obra o productos de la región de Xinjiang, en una disputa sobre derechos humanos en la región del extremo occidente del país asiático.
Los usuarios del servicio Weibo, similar a Twitter, publicaron esta semana una carta enviada por Intel en diciembre que decía que debe asegurarse de que su cadena de suministro no emplee mano de obra ni obtenga bienes y servicios de Xinjiang.
El sitio de noticias nacionalista Guancha acusó al fabricante de chips de ponerse del lado de los gobiernos occidentales, que han impuesto restricciones a los productos de la región. Un hashtag sobre el tema ha generado más de 250 millones de visitas en Weibo.
El fabricante de chips con sede en Santa Clara, California, obtuvo más de una cuarta parte de sus ingresos de 2020 de China.
A las empresas extranjeras que operan en el país asiático les resulta cada vez más difícil lograr un equilibrio mientras intentan mantener el acceso a su enorme mercado, sin ignorar las preocupaciones de sus países de origen.
Los gobiernos occidentales, incluido Estados Unidos, acusaron a Beijing de imponer trabajo forzoso en Xinjiang, incluida la industria del algodón, e impusieron sanciones por los presuntos abusos de los derechos humanos. China ha dicho que las acusaciones son infundadas y ha tomado represalias con sus propias sanciones.
‘Intel tiene las agallas para hacer esto porque su cadena de suministro tenía pocos productos de Xinjiang para empezar, pero sus CPU son una necesidad en China en este momento. Para empresas como Intel, debemos recordar todos los errores que han cometido; a medida que China se fortalezca tendremos más poder para tomar represalias contra ellos’, escribió Hu, un comentarista nacionalista.