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Internet de las Cosas, la oportunidad de predecir al cliente

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La adopción de los Smart Connected Devices (SCD) ha transformado la manera en que nos relacionamos y organizamos.

Ello nos coloca frente a un panorama donde, próximamente, el óptimo desarrollo de las actividades cotidianas dependerá de dispositivos con acceso a internet.

Los SCD (PC, tablets y smartphones) fueron uno de los primeros estadios en la evolución de lo que hoy llamamos Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), y que conectará la mayor parte de los objetos de nuestro entorno, no sólo entre ellos, sino incluso, con nuestra mente.

Los beneficios que representa el IoT, hoy en día, están directamente relacionados con el crecimiento de la información, la optimización de cualquier servicio, el aumento de la productividad en todos los ámbitos de la vida, el surgimiento de nuevas formas de esparcimiento y la optimización de los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Con base en lo anterior, son indiscutibles las oportunidades de negocio que representa el IoT, no sólo en el mercado de TI con el desarrollo de apps, la demanda de hardware y software, y la actividad en el ámbito de las telecomunicaciones; cualquier sector puede potenciar su oferta a través de la transformación digital.

La importancia de la revolución que representa el IoT radica en encontrar la utilidad de los datos que nos proporcionan los dispositivos conectados para alimentarse a sí mismos y satisfacer las demandas de confort y eficiencia del cliente a través de la empatía y, a la par, asumir las responsabilidades que dicha interacción conlleva.

La seguridad informática se asume como el reto más importante y tendrá que ser abordada no sólo por los desarrolladores de software, las industrias y las legislaciones, sino también por el mismo usuario final, educándose y adaptándose a las nuevas realidades que la interconexión implica.

Es vital tener en cuenta que las exigencias de los usuarios en cuanto a simplicidad y automatización tendrán que ir de la mano con el crecimiento de la conciencia al saber que sus hábitos ya están siendo monitoreados.

Esto impacta al momento de decidir cuánta y cuál información comparten voluntariamente, sabiendo que, en el caso de la Red, el uso de las plataformas frecuentemente tiene un costo que, de no ser monetario, sí podría ser el sacrificio de la privacidad.

Ahí hay un nicho donde las empresas tienen la oportunidad de generarse valor al ofrecer funcionalidades que inspiren confianza a sus consumidores. La evolución del IoT tendrá un impulso importante en la relación costo-beneficio que los usuarios perciban.

Estamos en la época del ‘internet industrial’, tenemos a personas conectadas entre ellas y conectadas con máquinas; la curva de adopción del IoT está avanzando rápidamente en América Latina gracias a la acelerada colocación de los SCD en el mercado, y las industrias se encuentran frente al reto de alcanzar esa misma velocidad y crecer como crece la tecnología. Hoy, estamos ante la necesidad de tomar la información que tenemos para predecir conductas y riesgos y, de este modo, generar fidelidad en los clientes.

Ante el panorama descrito, nos damos cuenta de lo importante que es desarrollar e implementar tecnologías como las API (Application Programming Interface), que permiten que los dispositivos se comuniquen entre sí a través de códigos sin necesidad de otra intervención, ya que actúan unificando diferentes entornos.

A través de éstas, los eventos pueden ser capturados y analizados en cuestión de nanosegundos, y dar como resultado una acción. Un ejemplo práctico sería un refrigerador conectado a internet que tenga la capacidad de generar información sobre la cantidad que se tiene de un producto, lo que daría pie a que un supermercado nos provea de forma anticipada dichos productos a nuestro domicilio.

A nivel empresarial, la transformación digital es positiva si nos ayuda, de manera interna, a cuidar nuestros recursos y, de manera externa, a cuidar a nuestros clientes y ganar nuevos. A nivel individual, este cambio debería ayudarnos a cuidar nuestro entorno y recursos a través de la previsión y prevención.

Por Leandro Hernández, Chief Operation Officer y Vicepresidente de Software AG Latam