Hoy en día es difícil encontrar un artículo en algún sitio web de tecnología en el que no aparezca en repetidas ocasiones la palabra IoT (Internet of Things) o el Internet de las Cosas.
El término se ha convertido en la palabra de moda, en la última novedad, el tren al que todo el mundo se quiere subir —desde los fabricantes de coches hasta los productores de electrodomésticos— en un viaje hacia el éxito.
Pero el Internet de las Cosas es mucho más que una última tendencia y significa una manera muy real y práctica de dar un paso adelante en cómo conectamos diferentes máquinas e información dispersa entre sí. Así, suponen un impacto profundo en la industria de seguridad y videovigilancia.
Axis Communications lanzó en 1996 lo que podría considerarse el pionero de los dispositivos IoT (mucho antes de que el término existiera) con la primera cámara de red de la industria de la seguridad. La propia empresa no imaginaba que esa tecnología acabaría por traspasar los ámbitos de la seguridad y encontrar otros diversos usos y aplicaciones.
Sin duda, el concepto de cámaras de red ha avanzado mucho en los últimos veinte años. Sin embargo, si tuviéramos que clasificar las tendencias emergentes de 2016, los sistemas conectados aún se encontrarían en la cima. ¿Por qué? Porque las capacidades de los sistemas basados en IP están evolucionando constantemente y proveedores de todo tipo aún están descubriendo nuevas formas de aprovechar la fuerza, la flexibilidad y el alcance de la conectividad.
Mientras que cada vez más dispositivos de sistemas basados en IP están reemplazando los antiguos sistemas analógicos, veremos la aparición de un uso más amplio de productos de seguridad que integran las crecientes ventajas de la información generada por el IoT en usos muy variados que rebasan las aplicaciones con fines de seguridad.
El IoT permite a las cámaras de red funcionar de manera independiente y tomar decisiones inteligentes por cuenta propia. Imaginen un sistema de cámaras de red que se comunican para alertarse las unas a las otras de la aparición de una persona u objeto en su campo de visión. Las cámaras IoT también pueden cubrirse entre ellas cuando una del grupo pudiera haber sido dañada.
IoT: de las aplicaciones cool a soluciones útiles
Por muy fascinados que estemos respecto a las capacidades de los dispositivos IoT, hay que recordar que en el mundo de la seguridad el aspecto más relevante de esta novedad es cómo todos los componentes trabajan en conjunto para resolver desafíos tangibles.
En primer lugar, los sistemas basados en tecnología IoT deben ser fáciles de diseñar, instalar, mantener y utilizar. Para maximizar el potencial del IoT, se requiere que los proveedores tengan un conocimiento profundo del producto para:
- Entender cómo cada uno de sus componentes y características funcionan en conjunto con los demás,
- Saber diseñar una solución que pueda ser utilizada para resolver desafíos específicos,
- Ser capaces de entregar el sistema de manera integral para asegurar que su valor a largo plazo sea mayor que la mera suma de sus partes.
Esto es especialmente relevante si tomamos en cuenta que las soluciones de seguridad evolucionan mucho más allá que las cámaras en sí. Esto se debe en gran parte a que gracias al IoT se esfuman poco a poco las fronteras tradicionales del sector de la seguridad. Por ejemplo, las cámaras de red pueden ser utilizadas para el Building Information Management (BIM), Business Intelligence (BI), e incluso para la investigación científica, analizando y detectando patrones de tráfico y de movimiento de grupos.
La tecnología IoT permitirá que sistemas combinados e integrados de cámaras de videovigilancia, detectores de humo, sensores de gas, controles de acceso y altavoces se visualicen y controlen a partir de una única y sencilla consola operativa, proveyendo así una visión de conjunto sobre edificios e instalaciones completas.
El resultado es una enorme oportunidad para soluciones de seguridad creadas con el propósito de compartir información útil con otros dispositivos y monitoreados a distancia. Esta conectividad les provee información a los usuarios finales sobre diversas localidades.
Con el aumento de la generación de información, compartida a lo largo de la red, y en muchos casos, almacenada y accesible mediante modelos de cómputo en la nube, hay una creciente necesidad de enfocarse en la protección de toda esta información y valores que existen de forma ‘virtual’.
Las nuevas tecnologías y métodos para mejorar la seguridad cibernética sirven en específico para los sistemas de seguridad basados en redes de nubes. Esto es crítico para protegerse de amenazas como los hackers y será un aspecto importante de cómo la seguridad física y las soluciones de vigilancia serán diseñadas e implementadas de ahora en adelante.
Por Johan Paulsson, CTO de Axis Communications