En febrero de 2017, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) dependiente de Naciones Unidas reveló algunas de las especificaciones de la tecnología 5G.
Entre estas se incluyen: velocidades de descarga mínimas de 20 Gbps, 10 Gbps de subida, una latencia de 4Mhz, así como optimizar los dispositivos para hacerlos lo más eficientes posibles para el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), también proyectó que para 2025 el mundo utilizará esa conectividad y habrá 1,100 millones de conexiones móviles.
Sin embargo, 5G no es solo una tecnología para móviles, protagoniza de la mano de Internet la llamada “Cuarta Revolución Industrial”, en la que la conectividad permanente de todo a Internet, nos llevará a cambiar como sociedad.
Según cifras de la firma Gartner, para 2020 habrá en funcionamiento 20,400 millones de objetos inteligentes (un 31% más que en 2016), con un gasto de 1.6 billones de dólares en 2017; de más de dos billones de dólares en inversiones en 2018 y para el año 2019 se avecina un gasto aproximado de 2.2 billones de dólares en iniciativas para transformación digital, ya que a los empresarios les preocupa mantener un ángulo digital dentro de su estrategia, mientras que otros comprenden éste como el único ángulo para continuar su negocio y se debe a que la tecnología se ha involucrado en prácticamente todos los aspectos de las actividades cotidianas.
Así, Internet de las Cosas (IoT) se posiciona como la tecnología que nos permitirá simplificar nuestras vidas, de la mano de ecosistemas más inteligentes y que podrán satisfacer necesidades tan básicas como operar un auto, una lavadora, acceder desde donde se encuentre la persona a los sistemas de seguridad de su casa, etc.
Los beneficios se extenderán y revolucionarán la cadena de suministro de la producción de todo tipo de productos y, sobre todo, en una de las áreas que más interés genera a nivel mundial, permitir el surgimiento de vehículos autónomos. Lo que representa múltiples desafíos, ya que «no se necesita un Big Data” para almacenar información sino un ‘Huge Data‘”.
El Internet de las Cosas para el ámbito empresarial –tanto soluciones transversales como para verticales específicos– vivirá una importante explosión de aquí a 2020, en términos de facturación, en este año se estima que representará el 57% de todo el gasto proyectado en 1.68 billones de dólares.
¿Qué es el Internet de las Cosas?
La versión más sencilla del concepto se refiere a darle conexión de internet a todo tipo de dispositivos, especialmente a equipos de la vida diaria –que durante décadas han funcionado sin acceso a la red– como: refrigeradores, televisores, relojes, bocinas y hasta automóviles. Expertos aseguran que el tema va más allá y puede representar una verdadera revolución.
El 5G multiplicará la velocidad de acceso a internet hasta 10 gigabits por segundo, con un bajo consumo energético, para que los dispositivos duren más tiempo con carga, podremos descargar un video en alta definición en 10 segundos, cuando ahora necesitamos 10 minutos, lo que también acelerará la realidad aumentada.
Se podrán hacer retransmisiones de realidad virtual en tiempo real, como si estuvieras por ejemplo en un estadio de fútbol, gracias a una filmación en 360 grados con esfera de visión, eso cambiará la forma de disfrutar el deporte en casa.
IoT permite reducir los costos en 30%, mientras que las fallas y errores bajan 70%, además de generar en promedio 6 dólares de ganancia en términos de productividad, por cada dólar invertido. Se calcula que en 2017, se venderán en el mundo 441 millones de objetos conectados (123 millones más que el año pasado) con la consecuente incertidumbre sobre los peligros del pirateo informático, la fiabilidad de las conexiones y los dilemas éticos y jurídicos que se plantearán en el futuro.
Recientemente en el Mobile World Congress de Barcelona se presentó el Gigabit, el primer smartphone que será capaz de utilizar la conexión 5G, con la cual obtendrá hasta un gigabyte de descarga por segundo. La compañía china ZTE es la que diseñó este avanzado dispositivo móvil, el cual estará en el mercado a principios del 2019.
Mariano Moral, vicepresidente B2B de Telefónica México, dio conocer una asociación con una compañía automotriz para implementar la tecnología y traer un auto conectado a México, con servicios de infotenimiento y telemetría que correrán sobre diferentes tipos de redes, desde 3G hasta LTE y posteriormente 5G, mientras que 2G sería ya obsoleta.
Telefónica y Ericsson realizaron la primera demo mundial de conducción remota a través de conectividad 5G del mundo y aunque actualmente se encuentra sin estandarizar y las empresas de telecomunicación están desarrollando sus prototipos. Está previsto que su uso común sea en 2018.
En México, Telefónica cuenta con alrededor de 8 mil clientes en Internet de las cosas y espera un crecimiento de 30% en este negocio, que representa el 20% de sus ingresos en este país.
Se espera que en 2020, la inversión en IoT en el mundo, alcance 1.2 billones de dólares, según la más reciente estimación de IDC.
Ante esta gran revolución digital, Telefónica tiene como estrategia la integración de big data, ciberseguridad y nube, soportados por la conectividad como piedra angular, ya que será la responsable de dotar del ancho de banda para que la comunicación entre los objetos y su medición sean posibles, haciendo más necesaria que nunca la consolidación de las redes 4G LTE y 5G.
El principal desafío de las empresas de telecomunicaciones reside en asegurar la conectividad y la infraestructura que las compañías necesitarán para aprovechar el IoT, a través de una infraestructura de centros de datos; los datos que pasan mediante las redes de los operadores y la alta capacidad de almacenamiento.
5G no es sólo una tecnología para móviles, es la explosión del Internet de las Cosas; misma que se vivirá en los próximos años, que dependerán de estas redes para su masificación en los hogares, oficinas y de manera personal.
De acuerdo con Cisco, 30 millones de nuevos objetos se conectan a internet cada hora y existen siete diferentes verticales de negocio, en las que el IoT puede generar un impacto económico y social favorable: energía, manufactura, sector público, retail, transportación, minería y salud; de los cuales se espera que energía y manufactura sean los que más crezcan en conectividad durante los próximos tres años.
Para 2025, la suma de los esfuerzos de conectar a las distintas industrias además de los gadgets de consumo, como la tecnología vestible generará un impacto económico de ocho billones de dólares, según cifras de Goldman Sachs.
En México, disfrutamos de apenas 9.91 Mbps de velocidad promedio al navegar en redes 4G. La carrera por el 5G en el país ya comenzó, con AT&T que desea para este año liberar esta red en Estados Unidos y a partir del 2018 en nuestro país. Mientras que Telcel tiene planeado hacerlo para el 2019.
Recomendaciones
Al momento de adquirir dispositivos que se conectan a Internet o bien al adquirir accesorios para dotar de conectividad a cualquier equipo, es importante considerar cuatro aspectos:
- Dotarlos siempre de contraseñas y actualizarlas periódicamente
- Instalar un software contra el malware e instalarle siempre la última versión de software actualizado
- Implementar una política de buenas prácticas de seguridad entre los empleados para que no haya accidentes voluntarios ni involuntarios
- Analizar minuciosamente la marca del producto que se va a comprar leyendo los términos y condiciones ya que algunos fabricantes podrían acceder por esta vía a información personal.