Interpol incautó varios millones de euros y arrestó a miles de personas en el marco de una operación mundial contra las llamadas estafas de ingeniería social, entre las que predominan las estafas en línea o telefónicas, informó la organización este miércoles en un comunicado.
Las estafas de ingeniería social consisten en la explotación de la confianza de una persona para obtener un beneficio, normalmente económico directa o indirectamente, u obtener información confidencial para cometer un delito posteriormente.
Realizada bajo el nombre ‘First Light 2022’ entre el 8 de marzo y el 8 de mayo de este año, la operación permitió identificar a 3,000 sospechosos, detener a 2,000 estafadores y blanqueadores de dinero, congelar unas 4,000 cuentas bancarias e incautar unos 50 millones de dólares ilícitos.
Durante estos meses la Policía rescató a un adolescente que había sido engañado para que fingiera ser secuestrado, enviando vídeos a sus padres de sí mismo con heridas falsas y solicitando un rescate de 1.5 millones de euros.
En otro de los casos señalados por Interpol un ciudadano chino fue detenido en Papúa Nueva Guinea y devuelto a China por estafar un total de 34 millones de euros a unas 24.000 personas mediante el esquema Ponzi.
En este método de estafa, los delincuentes pagan los intereses de una inversión mediante el mismo dinero invertido o con el dinero de nuevos inversionistas engañados por las promesas de obtener grandes beneficios. El sistema funciona solamente si crece la cantidad de nuevas víctimas.
En Singapur, las autoridades arrestaron a ocho sospechosos vinculados a estafas de trabajo similares a las del método Ponzi.
A través de redes sociales y sistemas de mensajería, los estafadores ofrecían trabajos de marketing en línea muy bien pagados en los que las víctimas obtenían pequeñas ganancias al principio, y posteriormente se les exigía reclutar más miembros para ganar comisiones.
Interpol advierte de que este tipo de estafas se incrementan cada vez más debido a la creación de nuevas oportunidades de negocio a través de internet y redes sociales.
Por otra parte, señalaron un incremento de engaños en los que los delincuentes se hacen pasar por personal de bancos para obtener las credenciales de las cuentas de las víctimas.
En otros casos los estafadores dicen ser agentes de Interpol para conseguir dinero de esas víctimas a las que dicen que están siendo investigadas.
‘El carácter transnacional y digital de los tipos de fraude sigue planteando graves problemas a las autoridades policiales locales, porque los perpetradores operan desde un país o continente distinto al de sus víctimas y siguen actualizando sus esquemas de fraude’, dijo Duan Daqi, jefe de la oficina de Interpol de Pekín.