Evitar gastos innecesarios de dinero y tiempo no hubiera sido tan fácil sin la tecnología. Con ésta, los procesos que antes implicaban la movilización de muchos más recursos –personal, programas y acciones– se han reducido en una amplia medida, logrando que el gasto que representa la adquisición de uno de estos sea considerado una inversión y hasta ahorro a corto, mediano y largo plazo.
Las herramientas de TI son la manera más sencilla para crear una cultura del gasto y ahorro, porque nos permite analizar si hay fuga de oportunidades y de tiempo, además de gestionar eficientemente los recursos.
Invertir en la cuarta revolución tecnológica, más que un gasto, se convierte en la oportunidad de brindar un servicio de calidad, personalizado y diferente a los competidores.
Al automatizar los procesos se aumenta la productividad y se reducen costos. Con los sistemas de planificación de recursos es posible engranar todas las áreas de operación, haciendo que quienes sean los responsables de la ejecución, disminuyan tiempo y lo transformen en eficiencia.
Así mismo, si la compañía desarrolladora de TI personaliza el software con el fin de que éste brinde los elementos para mantener una organización que concentre la información que sí se usará, se convierte en una enorme ventaja para los negocios, sobre todo si da posibilidad de consultar la información en línea y ofrece soporte técnico a cualquier hora del día.
Entre los parámetros que deben considerarse para comenzar a crear una cultura de gasto y encontrar ahorros a largo plazo, se encuentra el enfoque integral, las revisiones regulares y detalladas donde se detecten posibles fugas de oportunidad, así como la gestión de compras.
Es por ello que invertir en tecnología incrementa la productividad por arriba del 21%, permitiendo que el ahorro obtenido sea inyectado en otras áreas de la empresa beneficiada por el ERP, con la finalidad de que los ingresos sigan en aumento y permitan hacer frente al 2017.
Fuente: Intelisis
