El Ministerio de Economía de Japón tiene previsto destinar un total de 13,000 millones de dólares en su presupuesto adicional para impulsar la inversión en la industria de chips.
Este movimiento busca restaurar su posición como una potencia importante en la fabricación de semiconductores.
Como parte de un amplio plan para reactivar la economía, Tokio está enfocado en atraer inversiones hacia la producción de semiconductores de última generación, esenciales para tecnologías futuras como la inteligencia artificial y los vehículos autónomos.
Esto incluye la asignación de miles de millones de dólares para respaldar a Taiwan Semiconductor Manufacturing (TSMC), líder de la industria en la producción de chips avanzados, y a Rapidus, una startup local que apunta a competir en la fabricación de chips de alta gama.
‘La situación de seguridad económica mundial en el ámbito de los semiconductores está empeorando’, comentó un funcionario del Ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI). ‘Estamos observando un gran interés tanto de empresas nacionales como extranjeras que desean invertir en Japón’.
Rapidus está embarcada en un esfuerzo a largo plazo para establecer una fundición de chips japonesa capaz de competir con empresas como TSMC y Samsung Electronics.
Tetsuro Higashi, presidente de la compañía y veterano de la industria, dijo que la firma, respaldada por el Estado, tiene como objetivo establecer una fundición de vanguardia para 2027, con el propósito de fortalecer la economía de Japón y asegurar un suministro constante.