Huawei presentó el procesador Kirin 970, el primero para teléfonos inteligentes capaz de soportar Inteligencia Artificial (IA).
Este nuevo procesador será uncluido en el próximo Mate 10, que se presentará el 16 de octubre en Alemania.
El objetivo del Kirin 970 es lograr ‘ofrecer la experiencia de la inteligencia en el dispositivo’, de acuerdo con Richard Yu, CEO de la compañía china.
Su principal novedad es que incorpora, además de una Unidad Central de Procesamiento (CPU) de ocho núcleos y una Unidad de Procesamiento de Gráficos (GPU) de doce núcleos, una unidad de procesamiento neuronal (NPU), la que posibilita la IA, algo sin equivalente entre sus rivales en el sector de la telefonía móvil.
Esto ha sido posible, explicó Yu, gracias a un fuerte trabajo de miniaturización en el proceso de fabricación.
Así, el Kirin 970 se ha desarrollado con tecnologías de proceso de 10 nanómetros (nm) –como otros de última generación presentados este año–, lo que ha permitido, en un tamaño menor al de su predecesor (Kirin 960), montar 5,500 millones de transistores en lugar de 4,000 millones.
Con más transistores –que determinan la velocidad de procesamiento- y en menor espacio -porque la arquitectura es más compacta– el procesador puede trabajar más rápido, consumiendo menos batería y calentándose menos.
Según Yu, el Kirin 970 es capaz de trabajar cinco veces más rápido que el procesador del iPhone 7 Plus, el último modelo de Apple.
Con esta capacidad, el nuevo procesador de Huawei es –según la tecnológica china– el primero con la capacidad de asumir las necesidades de procesamiento de la IA en el propio dispositivo (sin tener que recurrir a inteligencia en la nube a la que solicitar respuestas).
Yu recalcó que, además de velocidad y rendimiento, el Kirin 970 ofrece un salto cualitativo a nivel de seguridad ya que las operaciones de IA se realizan en el propio dispositivo móvil, con lo que los datos privados no tienen que viajar por la red, con el riesgo de ser interceptados.
Esto capacitará a los teléfonos a convertir en tiempo real una imagen de la cámara en un lienzo pintado, a traducir de forma simultánea o a entender qué se quiere fotografiar y adaptar consecuentemente los ajustes de forma automática antes de que se pulse el disparador.
EFE