El cibercrimen genera anualmente unos 1.5 billones de dólares en ganancias, y como en casi todos los crímenes, afecta a los más vulnerables, según el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
Estos 1.5 billones de dólares equivalen más o menos al producto interno bruto de Rusia, la duodécima economía del mundo.
Los avances tecnológicos han abierto la vía a nuevos tipos de delitos que suponen un desafío para las autoridades estatales, agregó Guterres.
Por ello, el secretario general pidió a la Comisión de la ONU para la Prevención del Delito y la Justicia Penal (CCPCJ) que dedique este año su reunión a la cibercriminalidad, así como a mejorar la cooperación en la lucha contra otros delitos, como la trata de personas y la corrupción.
Guterres destacó hoy que la ONU está ofreciendo formación técnica en más de 50 países, en su mayoría en vías de desarrollo, para que sus policías y funcionarios judiciales puedan hacer frente a estos nuevos delitos.
La CCPCJ, según la ONU, desempeña un papel fundamental en los esfuerzos colectivos contra la delincuencia nacional y trasnacional, al tiempo que promueve el fortalecimiento de las instituciones de Justicia estatales.
La Comisión actúa como un foro donde los Estados miembros deciden resoluciones y decisiones, intercambian conocimientos y presentan mejores prácticas para prevenir y luchar contra el crimen.