Revista Mundo-ContactLa dieta “IMS”:
coma lo que quiera… siga viéndose estupendo
Neil Tomlinson*
En la última década, el apetito de los usuarios de teléfonos celulares ha crecido hasta ser insaciable. Devorando servicios durante todo el día, en casa, en las oficinas, en los cafés y los automóviles, su dieta se diversificado en una creciente variedad de opciones multimedia: la mensajería instantánea y los juegos en línea son el relleno del sandwich, entre dos largas sesiones de videotelefonía, con una porción extra de “push-to-talk” al lado. Esquivando la diaria rutina de ir de un lado a otro, los ejecutivos sostienen videoconferencias en bata de casa, sin siquiera tener que dejar la cama, para enseguida caminar a su estudio y buscar acceso remoto al servidor de su trabajo, desde la comodidad de su silla reclinable. Y, para empeorar las cosas, estos sibaritas no sólo quieren más, sino que lo quieren de mejor calidad, y más barato.
A diferencia de su contraparte gastronómica, la crisis de obesidad de las telecomunicaciones debería ser motivo de regocijo para la mayoría de los productores y proveedores de esta industria. La demanda de más servicios significa mayor consumo y, en última instancia, esto se traduce en gruesas ganancias para todos los involucrados. Más paradójico aún, los operadores y proveedores advierten que las arterias de sus ganancias están obstruidas. Un reporte reciente de la firma de analistas Strategy Analytics muestra que mientras el número de suscriptores de líneas móviles sigue al alza, los márgenes de utilidad de los operadores tienden a descender. Esto se explica en parte, por que los operadores han sido incapaces de hacer frente con el volumen, alcance y calidad de los medios y servicios que demandan sus clientes. Se han hecho lentos e inflexibles, entorpecidos por voluminosas redes heredadas que, con toda su apariencia de sofisticación, no dejan de tener las mismas funcionalidades que las redes originales de Alexander Graham Bell.
En este valle de las incomodidades, el proveedor ágil y flexible es el rey. Las barreras para entrar al mercado se han reducido, pero el mercado se ha saturado de compañías jóvenes y veloces. Sus servicios de bajo costo han empezado a atraer clientes y a alejarlos de sus pesados competidores. El mensaje es simple darwinismo de negocios: sobrevivan el siglo 21 los más aptos y capaces de adaptarse a las feroces presiones de la selección natural que genera la demanda de sus clientes. Los operadores y proveedores de servicios establecidos, que sientan ya asfixias y dolores en el pecho asociados a sus ineficiencias y pérdida de ingresos, estarán muy pronto amenazados por la extinción.
Sin embargo, queda aún una línea de salvación. Una Dieta Atkins para el mundo de las telecomunicaciones, que es comúnmente conocida como el Subsistema Multimedia en Protocolo de Internet (IP Multimedia Subsystem – IMS).
IMS es, indudablemente, el acrónimo de tres letras más utilizado en la industria durante el último año, y puede ser visto como el futuro de las telecomunicaciones más apropiado, flexible y novedoso. Más aún, este sistema puede engullir tanto como desee y nunca perder la línea; en términos de telecomunicaciones, sus expectativas de vida están convenientemente más allá del promedio. Pero lo mejor de todo es que puede saciar los deseos de los consumidores y al mismo tiempo mejorar la eficiencia y la adaptabilidad de sus proveedores. En términos bíblicos, IMS es alimento para cinco mil, con cinco barras de pan y dos pescados.
Como la mayoría de las buenas ideas, la tecnología detrás de IMS es esencialmente sencilla. Usando el Protocolo de Internet (IP), los datos se descomponen en paquetes en lugar de seguir siendo un chorro continuo de datos, como en las transmisiones análogas. Como tal, a diferencia de la telefonía tradicional que requiere un canal portador para cada servicio, IMS permite que múltiples servicios sean transmitidos en un solo canal. Con las tradicionales redes conmutadas por circuitos, los usuarios deben detener una conversación de voz para enviar una fotografía; en cambio, IMS permite que esto suceda simultáneamente. IMS transporta su señalización y el tráfico del portador sobre la capa del Protocolo de Internet y opera como “motor de enrutamiento”, o como aplicación de “control de sesión”, que hace coincidir los perfiles de los usuarios con los servidores correctos para el manejo de llamadas o sesiones, para luego conducir la llamada o sesión hacia el destino apropiado. La arquitectura incluye la capacidad de agregar, modificar y borrar sesiones durante una sesión multimedia existente, e incluso durante una llamada conmutada por circuitos. Efectivamente, esta arquitectura en las comunicaciones resulta más simplificada, ligera y mucho más flexible e inteligente.
Para el usuario, las aplicaciones prácticas de esta esbelta red son en extremo atractivas. IMS provee servicios mixtos que involucran sesiones simultáneas de voz, datos y multimedia. De esta manera, los usuarios pueden trabajar simultáneamente en diferentes medios con interacciones mucho más ricas y con mayores niveles de personalización. Por ejemplo, un usuario de una red IMS puede estar conectado a muchos otros usuarios y todos ellos pueden cambiar libremente sus conversaciones de voz a videollamadas, o “chat” de texto con cada uno, mientras todos observan una misma película transmitida en línea. En el terreno empresarial, el concepto de estar en la oficina se dispersa, en tanto que los servicios que tienen base en la oficina pueden estar disponibles fácilmente a trabajadores remotos o móviles.
Al mismo tiempo, IMS proporciona un servicio mejorado de presencia de los usuarios de una red. La tecnología basada en presencia permite a los usuarios de una red conocer el estado y disponibilidad de otros usuarios, lo cual, a su vez, mejora y personaliza las comunicaciones. Los usuarios pueden compartir información sobre su disponibilidad, su medio preferido para comunicarse y su localización, con lo que se puede determinar el método adecuado y más eficiente de conexión. A diferencia de la actualidad, en que el usuario busca a tientas con el correo electrónico, el celular, la línea fija y otras formas de comunicación, IMS le permite una visibilidad e inteligencia que informa no sólo cual es la mejor manera de contactarlo, sino si esa persona desea ser contactada.
Estos beneficios para los usuarios finales son también francamente benéficos para los proveedores de servicios y operadores telefónicos. La habilidad de hacer paquetes de servicios dirigidos, que presenten una mayor sofisticación de interacción digital servirá tanto para retener a los clientes actuales, como para atraer nuevos suscriptores.
Incluso el consumidor moderno es siempre caprichoso, leal sólo a lo último de los servicios de moda que se pavonean en las pasarelas de las telecomunicaciones. Para los proveedores, en cambio, la creación de nuevos servicios sobre sus redes actuales puede ser un proceso largo y sumamente costoso. Muchas de las redes actuales y las interfases que las constituyen son propietarias y requieren desarrollos e integraciones caras y engorrosas. Las actuales soluciones de servicios, en las que su ejecución está controlada por la aplicación misma, hacen que la interacción de los servicios sea sumamente compleja y necesitan de la conservación de la información de los suscriptores en múltiples bases de datos. Esto se traduce en la duplicación de la operación y en la creación de servicios costosos y difíciles de administrar.
De nuevo, la flexibilidad y versatilidad de la arquitectura IMS hace que se sienta su presencia. Al proveer una arquitectura a prueba de futuro que simplifica y agiliza la creación de servicios y el proceso de suministro, al tiempo que habilita el trabajo con redes heredadas, IMS nunca pasará de moda. Más bien, al emplear estándares de la industria y tecnologías de desarrollo de servicios IP, IMS reducirá el costo de los desarrollos, acelerará los plazos de lanzamiento de los servicios y proveerá máxima flexibilidad en el desarrollo de servicios creativos y orientados a los usuarios. Los operadores tendrán control total de la ejecución y la interacción de los servicios, así como de la interacción entre los componentes de la red. También se verán beneficiados al adquirir la capacidad de migrar paulatinamente y sin problemas entre sus servicios 2G a los de 3G y, finalmente, serán capaces de crear servicios multimedia interactivos.
Basada en estándares, IMS es también una arquitectura extremadamente sociable. En tanto que los viajes globales han aumentado tanto en el sector de los negocios como en el de los consumidores, el tema del roaming se ha hecho más actual. Las redes actualmente existentes, a diferencia de sus acelerados usuarios, tienden a ser xenofóbicas y su renuencia a interactuar con otras redes ha provocado problemas mayores, que incluyen las acciones legales en los casos de cobros erróneos. Y estos problemas sólo se han podido observar en el reino de la voz. La complejidad que involucra la prestación de servicios multimedia a miles de usuarios a través de múltiples redes es mucho mayor. Pero con IMS, los proveedores de servicios pueden asegurar interoperabilidad con otros operadores de red, a través de interfases basadas en estándares. Adicionalmente, ellos desarrollarán la flexibilidad para implementar aplicaciones y servicios de terceras partes sin perder el control del uso de los recursos de la red, de la calidad del servicio, de las cuentas de los suscriptores y de la facturación. Esto significa, en última instancia, la reducción de los costos, al mismo tiempo que el incremento de los márgenes promedio por usuario (Average Margin Per User -AMPU), lo que reduce las deserciones y mejora la eficiencia de la red.
Así, para aquellos que están listos para adoptar la dieta IMS, el futuro se ve más justo y feliz. Las comunicaciones serán cualitativamente mejores para los usuarios, los clientes de sitios opuestos en el planeta serán capaces de interactuar como si estuvieran en la misma habitación. O, explicado con más precisión, como si estuvieran en la misma biblioteca multimedia, con acceso instantáneo a una interminable fuente de información y entretenimiento de alta calidad. Al mismo tiempo, los operadores y proveedores de servicios, incluso los colosos establecidos, podrán ser saludables y ligeros. Podrán implementar nuevos servicios en periodos de tiempo relativamente minúsculos y adaptarse al desarrollo tecnológico con agilidad. Comunicarán de manera clara a través de continentes y redes, y podrán apuntar a sus clientes con precisión de láser.
Desde la invención de la primera rueda hasta la del primer teléfono celular, los desarrollos tecnológicos importantes van aparejados a un cambio en los paradigmas culturales. La introducción de una tecnología y su adopción provocan que la gente cambie sus formas de comportarse y de pensar. Siempre es difícil predecir lo que un cambio de esta naturaleza implicará, y la tecnología IMS está aún en pañales. Pero, pensemos optimistamente que la siguiente generación no cumplirá las sombrías predicciones de los expertos en salud y ambientalistas, de que será enfermiza, obesa y desinteresada por la vida. Es mejor pensar que esa siguiente generación será la generación IMS, emulando las características que serán implementadas por esta vanguardista arquitectura de comunicaciones: delgada, saludable y sociable, con muchas cosas que decir, y diciéndolas mucho mejor que nunca antes.
*Neil Tomlinson, Director de Negocios y Marketing de Tekelec para Europa, Medio Oriente y África.