Un grupo de ética tecnológica está instando a observar de cerca la creciente industria de la Inteligencia Artificial (IA).
La queja del Centro de Inteligencia Artificial y Política Digital, dirigido por el veterano defensor de la privacidad Marc Rotenberg, se centra en GPT-4, el modelo de lenguaje de ChatGPT, una herramienta diseñada por el grupo de investigación OpenAI para simular de manera convincente una conversación humana.
El grupo tiene previsto solicitar a la FTC que inicie una investigación sobre OpenAI para determinar si el lanzamiento comercial de la cuarta generación de la herramienta viola las regulaciones estadounidenses y mundiales.
Rotenberg fue una de las más de 1,000 personas que firmaron una carta pública pidiendo a los desarrolladores que detuvieran el entrenamiento de modelos de GPT-4 durante al menos seis meses.
‘Lo que necesitamos es una solución práctica y esa solución proviene de la Comisión Federal de Comercio’, dijo Rotenberg. ‘Lo que necesitamos que haga es ordenar a OpenAI que evite más lanzamientos de GPT hasta que estén disponibles las garantías adecuadas’.
Los representantes de OpenAI no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios. La FTC tampoco respondió de inmediato.
La queja del grupo de Rotenberg, que se presentará este jueves, pedirá a la FTC que abra una investigación y ‘garantice el establecimiento de las medidas de protección necesarias para cuidar a los consumidores, las empresas y el mercado comercial’.
La presidenta de la FTC, Lina Khan, habló en una conferencia esta semana y dijo que la agencia está prestando mucha atención a los desarrollos de inteligencia artificial para garantizar que el campo no sea dominado por las principales plataformas tecnológicas.
OpenAI cuenta con el respaldo de Microsoft, que junto con Google ha estado utilizando inteligencia artificial para mejorar sus motores de búsqueda.
El CEO de Tesla, Elon Musk, estuvo entre los firmantes de la carta, destacando la creciente brecha entre Musk y OpenAI.