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La función de un logotipo para las empresas

Un logotipo acertado es uno de los elementos más importantes para el éxito y la popularidad de la marca

Un logotipo acertado es uno de los elementos más importantes para el éxito y la popularidad de la marca en su conjunto. Determina si una empresa será recordada, qué asociaciones evocará en las nuevas audiencias y si se confiará en un nuevo producto.

Un logotipo cumple una serie de funciones y tareas para una empresa, pero para ello debe cumplir ciertos criterios. Veamos qué funciones cumplen los logotipos y cómo se crean.

Un logotipo es una imagen gráfica, textual o combinada única que hace referencia a una empresa o compañía concreta y que ésta utiliza para identificarse. Es necesario destacar su identidad, destacar en el mercado comercial y ser recordado por el público.

El proceso de diseño de logotipos puede confiarse al generador de logotipos Turbologo.

 

Funciones clave de un logotipo

Todos los empresarios saben que una empresa necesita un logotipo, pero no todos comprenden plenamente su importancia. Al encargar un diseño de logotipo «por inercia», los empresarios obtienen opciones bastante débiles que no cumplen los objetivos de la empresa y no le aportan valor.

Para que los símbolos sean útiles y ayuden a las empresas a crecer, es crucial comprender, incluso en la fase de diseño, por qué se necesitan exactamente. Un logotipo no funciona como una herramienta de venta directa, pero aumenta las ventas de forma significativa.

Lo consigue resolviendo una serie de tareas:

  • Identificación: una marca crea una imagen de marca única y hace que los consumidores reconozcan el producto;
  • Comunicación: al interactuar con los clientes a través de un logotipo, un fabricante es capaz de comunicar los matices clave de un producto o empresa;
  • Publicidad y marketing: un logotipo se convierte a menudo en el eslabón clave de los mensajes publicitarios. Debe colocarse en todos los productos promocionales: señalización, envases, tarjetas de visita, recuerdos, vídeos y material impreso, el sitio web y las redes sociales;
  • Estética: una imagen atractiva ayuda a despertar emociones positivas en las personas, que se transfieren automáticamente al producto vendido;
  • Garantía de calidad: una buena reputación es el principal activo intangible, por lo que cuando se adjunta un logotipo a un producto, el fabricante fija su afiliación a una marca concreta y responde de su calidad, lo que aumenta la confianza y la fidelidad de los clientes.

El logotipo es también uno de los métodos adicionales de protección contra la falsificación y los competidores sin escrúpulos. Si una empresa ha registrado oficialmente el símbolo como marca, otra organización no podrá utilizar una marca similar: es ilegal.

 

Cómo hacer un logotipo

El desarrollo de una marca consta de seis pasos obligatorios:

  1. Formulación del propósito. El objetivo de esta etapa es obtener una respuesta a por qué se necesita exactamente el nuevo logotipo. Puede tratarse de la necesidad de aumentar el reconocimiento de la empresa, la necesidad de cambiar de marca, la actualización, etc. El diseñador pregunta al cliente en detalle sobre los matices de su negocio, las características del producto, los puntos fuertes, los puntos débiles y las ventajas competitivas.
  2. Investigación y análisis. Esto se lleva a cabo en dos direcciones. La primera se dirige al mercado: cuáles son los productos de la competencia, en qué se diferencian, cuáles tienen más éxito, etc. La segunda se dirige a los clientes potenciales (público objetivo): quiénes son, dónde viven, qué productos compran, qué quieren y les gusta, qué calidades compran. Con esta información, el diseñador eliminará el riesgo de copiar involuntariamente a los competidores, las imágenes ineficaces y comenzará a pensar en el boceto.
  3. La elección del estilo. A continuación, un estudio detallado del concepto. En primer lugar, se determina el tipo de logotipo (abreviatura, nombre, símbolo, símbolo abstracto, combinación) y, a continuación, se elige el estilo.
  4. Elaboración de los elementos. Los diseñadores retocan el logotipo a la perfección. Cada detalle es importante: el grosor de las líneas, la distancia entre las letras, el ángulo de rotación, la inclinación, etc.
  5. Combinación de colores. En la mayoría de los casos, la paleta ya está definida y sólo hay que ajustar los colores: más suaves, más ricos o diferentes. A continuación, se presentan uno o varios conceptos al cliente para que los seleccione.
  6. Pruebas.

Si es necesario, se ajusta el logotipo, y tras la finalización y aprobación definitiva de la transferencia de todos los derechos al cliente.

Este algoritmo de acción se realiza cuando se desarrolla un símbolo desde cero, y si la empresa ya tiene su propio logotipo y requiere algunos cambios, se realiza el rebranding. En esta situación, algunos artículos pueden ser abandonados. Y viceversa, si se requiere una marca compleja, el volumen y la duración del trabajo aumentan.

El desarrollo de un logotipo es una actividad responsable e importante, de la que depende en gran medida la imagen de la empresa. Un buen logotipo refleja el posicionamiento de la marca y el campo de actividad, ayuda a destacar en el mercado, es fácil de recordar y además se adapta a cualquier medio. Permite al consumidor identificar la marca en segundos y encontrar rápidamente el producto de una marca concreta entre un gran número de productos similares.