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La guerra contra el cibercrimen se está perdiendo

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  • Roban en Alemania 16 millones de datos bancarios. Millones de claves de acceso de clientes bancarios de Alemania y otros países de la unión europea, están ahora en manos de ciberdelincuentes. Leer más
  • Surcoreano causa la mayor fuga de datos de tarjetahabientes, es decir, casi toda la población activa de Corea del Sur. Todo esto a cambio de sólo 12,000 euros. Leer más
  • Ciberdelincuentes habrían causado apagón en China. Técnicamente es posible que, si los piratas informativos se hacen del control de los servidores, puedan causar mayores estragos. Leer más
  • La Casa Blanca sufre intento de ciberataque. Leer más
  • Target, la popular cadena comercial, sufre el robo de datos de 70 millones de clientes. Este es el mayor robo de información de tarjetas en Estados Unidos. El robo, que incluía nombres direcciones de correo y números telefónicos se realizó a finales de 2013. Leer más
  • Aumenta 30% la demanda de especialistas en seguridad informática en México. Leer más
  • Debaten en Davos sobre ciberespionaje y privacidad. Durante el Foro Económico Mundial en Suiza se pidió una mayor transparencia y responsabilidad respecto a la recolección y uso de la información. Leer más
  • La NSA construye computadora cuántica para descifrar contraseñas incluso las de más alta seguridad. Leer más

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El crecimiento de los ataques cibernéticos es exponencial tanto en magnitud como frecuencia y, más aún, estos ataques son cada vez más sofisticados. Ante este hecho, La respuesta de protección y seguridad ha sido en general insuficiente y tardía. De hecho las soluciones, incluso preventivas van a la saga de los ataques de nueva generación.

ciberespionajeLo que está en riesgo no es sólo el costo económico y funcional que esto conlleva (las empresas experimentan un evento de malware cada tres minutos), sino, sobre todo, la seguridad y privacidad de las personas e instituciones que están siendo asechadas y atacadas en múltiples frentes: bases de datos, ya sea en bancos, tarjetas de crédito, almacenes, aseguradoras, gobiernos, redes sociales, etc., cuyos datos personales describen en detalle a cada individuo, incluso más allá de lo que conocemos de nosotros mismos: datos de localización, nivel socioeconómico, hábitos y modelos de consumo, números de cuenta, códigos secretos, edad, ocupación, etc., y más aún, modelos predictivos y de inteligencia que anticipan conductas y patrones futuros.

El enorme caudal de información que reside en las bases de datos se ha constituido en el nuevo «El Dorado», es decir, el espacio de enorme riqueza al que se puede acceder con herramientas extraordinarias como Big Data, Analíticos y sistemas de inteligencia que, bien aprovechados, son de gran valor para usos comerciales y mercadotécnicos, con el riesgo desde luego, de que se atente contra la privacidad y el respeto de individuos y familias.

El gran riesgo es, finalmente, que el cibercrimen tenga acceso a la información y a los grandes desarrollos tecnológicos para fines delincuenciales.

Como individuos, tenemos al menos algunos recursos a nuestro alcance para proteger, en parte, nuestros datos personales.