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La IA impulsa la inversión en tecnología climática

Por primera vez desde 2020, las startups de energía han desplazado a los fabricantes de autos eléctricos y baterías como principal destino de inversión global en tecnología climática

Por primera vez desde 2020, las startups de energía han superado a los fabricantes de autos eléctricos y baterías como principal destino de inversión global en tecnología climática.

El creciente interés en tecnologías capaces de alimentar centros de datos con menores costos, impulsado por la alta demanda de inteligencia artificial, ha favorecido este cambio.

De acuerdo con un informe publicado por Sightline Climate, una plataforma de inteligencia de mercado, el financiamiento de capital de riesgo para startups energéticas a nivel mundial alcanzó 9.4 mil millones de dólares el año pasado, un aumento del 12% respecto a 2023.

Entre estas, el financiamiento para startups geotérmicas casi se duplicó, llegando a 558 millones de dólares, mientras que la inversión en energía nuclear también casi se duplicó, alcanzando 1.9 mil millones de dólares.

Esto ocurre en un contexto de disminución general en la inversión en tecnología climática en 2024. Los capitalistas de riesgo se han mostrado cautelosos ante la incertidumbre política en Estados Unidos, las difíciles condiciones empresariales y los compromisos corporativos débiles para reducir emisiones de carbono.

Aunque las startups climáticas a nivel global lograron captar 30 mil millones de dólares en inversión el año pasado, esta cifra representa una disminución del 14% respecto a 2023, continuando una tendencia negativa tras la caída del 24% registrada en 2022. Sightline advierte que, de mantenerse bajos los niveles de financiamiento, se podría comprometer la capacidad global para alcanzar la meta de cero emisiones netas.

Por otro lado, las startups enfocadas en transporte más ecológico, que lideraron la inversión en tecnología climática entre 2020 y 2023, experimentaron una caída de más de un tercio en sus inversiones, acumulando 7.7 mil millones de dólares. Esta disminución se atribuye a fracasos destacados, como la quiebra del fabricante de baterías Northvolt, lo que ha debilitado la confianza de los inversionistas.

Las grandes empresas tecnológicas han realizado compromisos significativos para adquirir energía generada por fuentes geotérmicas y de fisión nuclear con el objetivo de alimentar centros de datos. Asimismo, están apostando por tecnologías más especulativas, como la fusión nuclear, para satisfacer la creciente demanda energética.