Neil Harbisson, el artista que oye los colores gracias a un «ojo cibernético», aseguró hoy que la sociedad tiene que empezar a ver la tecnología «como una creación humana, no como algo extraterrestre», y que en próximas décadas ésta dejará de ser una herramienta para usarse como parte del cuerpo.
«Es muy lógico utilizar la tecnología para enriquecernos a nosotros mismos. La cibernética nos puede ayudar a todos a percibir lo que no podemos percibir», dijo el que puede considerarse el primer ‘cyborg’ un hombre cibernético del mundo, que ofreció esta mañana una conferencia en la Universidad de Granada, España.
Harbisson, que nació con acromatopsia, un problema visual que le impide ver los colores y que a los 20 años se implantó un ojo electrónico que «traduce» los colores a sonidos, considera que todos los humanos están en la necesidad de «extender» su experiencia sensorial y que, si se comparan con otras especies -con lo que por ejemplo oye y huele un perro-, las personas perciben «muy poco».
Este activista es además presidente de la Fundación Cyborg, una organización internacional que defiende que los seres humanos deben dejar de usar la tecnología como una herramienta e implantarse los dispositivos electrónicos en el cuerpo.
«En esta década vamos a dejar de usar la tecnología como una herramienta y la vamos a utilizar como parte del cuerpo», augura Harbisson, quien espera que poco a poco la gente se acostumbre a incorporar como propia esa tecnología, que ahora se usa habitualmente con las manos a través de botones o dispositivos táctiles.
Igual que se crea tecnología para elementos electrónicos como un coche, con sensores de movimiento, también estos avances, ejemplificó, podrían incorporarse directamente a las personas.
Por todo ello, pronostica que en este siglo la especie humana experimentará tres «mutaciones» básicas: habrá personas que utilicen elementos mecánicos, electrónicos y cibernéticos como parte de su cuerpo.
Harbisson relató hoy su trayectoria en la Facultad de Psicología de Granada, en la que supone su única intervención en España dentro de su última gira mundial de conferencias, en una intervención titulada ‘Diferentes formas de percibir el mundo: Percepción, Sinestesia y Ciborgismo’.
Con su implantación del ojo electrónico, las notas musicales son retransmitidas al cerebro a través del cráneo, de manera que Neil tiene la capacidad de «escuchar los colores».
Inicialmente, no sabía interpretar la realidad coloreada del mundo que el dispositivo le enviaba en forma de sonidos, pero, con paso del tiempo, aprendió a percibirla y ahora «escucha» esos colores y, de hecho, ha logrado incluso «soñar en color».
«Con el uso constante del ‘software’ en el cuerpo, con lo que se une el cerebro y ese programa, he creado un nuevo sentido para mí en mi mente», relató el artista, a quien en 2004 el Gobierno británico prohibió renovar su pasaporte, porque, según las normas vigentes, no se permitía aparecer en la fotografía de este documento con aparatos electrónicos en la cabeza.
Harbisson alegó que, tras su operación, se había convertido en un ‘cyborg’, y que su ‘eyeborg’ u ojo electrónico debía ser considerado como parte de su cuerpo y de su imagen, por lo que finalmente, la justicia británica le dio la razón, convirtiéndose así en el primer ‘cyborg’ reconocido oficialmente por un Gobierno.
Según la Universidad de Granada, su caso ha sido estudiado en profundidad por expertos de todo el mundo en sinestesia, un fenómeno cognitivo que consiste en «mezclar» los cinco sentidos y que permite a las personas ver los sonidos, escuchar los colores y percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto.
EFE