La Unión Europea inaugurará esta semana su nueva supercomputadora Leonardo, la cuarta más potente del mundo, capaz de hacer 250,000 billones de cálculos por segundo que se utilizarán para predecir y mitigar fenómenos climáticos extremos o desarrollar soluciones médicas y aplicaciones industriales.
Situada en la ciudad italiana de Bolonia, Leonardo es la segunda supercomputadora de gran capacidad de la red europea tras la puesta en marcha de Lumi -tercera en potencia en la clasificación global- en Finlandia en julio pasado y con una inversión de 120 millones de euros.
Desarrollada por un consorcio entre la Comisión Europea, varios países de la UE y empresas privadas liderado por la francesa Atos en colaboración con el centro de computación italiano CINECA, la supercomputadora será desde este jueves accesible a la comunidad científica y la industria en Europa.
‘Ahora estamos un poco ciegos hacia el futuro. Es como trabajar en un túnel donde vemos algo de luz, pero no conocemos exactamente nuestro camino: ahí es dónde se necesitan inteligencia artificial y computación muy avanzadas’, apunta un alto funcionario europeo, destacando el papel que podrán jugar estas supercomputadoras a la hora de lidiar con fenómenos como el cambio climático o las pandemias.
En el caso de Leonardo, una parte importante del trabajo se centrará en generar modelos para predecir con mucha más precisión de la actual eventos naturales como tifones, huracanes, tsunamis, terremotos o erupciones volcánicas, lo que a su vez permitirá una mejor gestión de los riesgos.
También se usará con fines médicos, por ejemplo en un proyecto para crear un mapa de las conexiones cerebrales que permita avanzar en la neurociencia, o en otro que busca generar un modelo de cómo funciona el corazón para atajar ciertas anomalías o mejorar dispositivos médicos como los marcapasos.
A ello se suman las aplicaciones industriales, desde el ámbito energético al farmacéutico pasando por la industria del automóvil, hasta la seguridad nacional, ya sea para prevenir ciberataques o mejorar la seguridad de centrales nucleares.
‘Es una inversión en nuestro futuro y un elemento fundamental de una sociedad más inteligente, segura y mejor’, argumenta un alto funcionario de la Comisión Europea, que cifra en unos 8.000 millones de euros la inversión que se movilizará hasta 2027 para crear y operar la red de supercomputadoras europeas.
A finales de este año, esta contará con dos supercomputadoras de gran capacidad, Lumi y Leonardo, con potencia para procesar más de 100 petaflops por segundo (100,000 billones de operaciones por segundo) y con cinco de mediano rango (hasta 100 petaflops) en Luxemburgo, República Checa, Eslovenia, Bulgaria y Portugal.
En primavera de 2023 se inaugurará una tercera de gran capacidad en Barcelona, el Mare Nostrum, que con una inversión de 150 millones aspira a ser la quinta o sexta más potente del mundo y se centrará en la investigación médica, al tiempo que se pondrán en marcha otras cuatro medianas en Polonia, Irlanda, Hungría y Grecia.
Y a finales de año echará a rodar en Alemania Júpiter, la primera supercomputadora europea a exaescala (capaz de procesar más de 1000 petaflops por segundo), que la UE confía en situar como la más potente del mundo. Una tarea que se acompañará del despliegue también de computadoras cuánticas.
‘Es una red bastante impresionante si se considera que en 2018 Europa tenía cero. Ahora somos una superpotencia en computación’, apuntan fuentes comunitarias.