Just Eat, la compañía más grande en Europa de reparto de comida a domicilio, ha sido la primera en utilizar robots que son prácticamente autónomos, pero tienen operadores remotos que pueden tomar el control en cualquier momento.
Estos vehículos, que circulan por las aceras de las calles, pueden llevar hasta 10 kg a una velocidad máxima de 6 km/h, es decir, similar al paso humano, y cubriendo un radio de 3 a 5 km, lo que les puede llevar entre 15 y 30 minutos, más de lo que actualmente se tarda un reparto en moto o bicicleta y similar al tiempo que tarda Amazon con sus drones.
El proceso de reparto es igual de sencillo que con un operador humano. El cliente pide la comida vía app y la recibe en su puerta. El pago se realiza a través de la aplicación. Para poder sacar el paquete, el usuario recibe un código por mensaje de texto con el que se desbloquea la tapa del carrito.
Si bien el equipo no ha tenido que enfrentar algún tipo de vandalismo, cuenta con una alarma en el caso de que alguien intente llevárselo.
Estos pequeños robots miden cerca de 40 cm de alto, tienen seis ruedas y están equipados prácticamente con el mismo tipo de tecnologías que los coches sin conductor. Tienen nueve cámaras, dos canales de audio y sensores de movimiento, así como una señal GPS y un sistema de mapeo.
La empresa Starship Technologies, que colabora con Just Eat, ha utilizado sus 65 robots de reparto en 58 ciudades, (40 de ellas en Europa) y han recorrido al cerca de 12,000 kilómetros sin incidentes.
Con información de El País