«¿Realmente necesitás una razón para crear una cuenta? Deja de ser un retardado». Así nomás, lejos de amiguismos baratos o formalismos marketineros, es como invitan a registrarse a los potenciales usuarios los editores de I fucking hate you , una de los tantas redes antisociales, por llamarlas de algún modo, creadas para parodiar o, mejor dicho, para odiar, a los Facebooks y MySpaces, con sus interminables listas de amigos ignotos.
En el cabezal del sitio en cuestión, bien arriba y a modo de lema, también puede leerse una sentencia indefectiblemente cómica por la aspereza de su sarcasmo: «El enemigo de tu enemigo es tu amigo». Una suerte de alusión, si se quiere, a aquel viejo axioma de las matemáticas escolares que enseñaba que menos más menos da más.
I fucking hate you (IFHY, por sus siglas en inglés), fue fundada por Owen Knapp, en 2004, y ya cuenta con unos 7 mil registrados. Eso sí: sólo está permitido hacerse amigo de alguien si se comparten un mínimo de personas odiadas y, como era de esperar, coleccionar amistades es una tarea extremadamente ardua, sino imposible.
Enemybook , otro de los más adorados rejuntes del odio online, se vanagloria de ponerle punto final y remediar por lo sano al unifacético Facebook, donde solamente es posible hacerse de amigos.
En la portada de Myfrienemies , por suparte, se jactan de ofrecer la ventaja de insultar abiertamente desde el anonimato, una costumbre que de tan ampliamente practicada por las masas en los tiempos de la 2.0 casi se ha convertido en una disciplina olímpica.
¿Qué hacer, entonces, con todos aquellos seres que son odiados de todo corazón? A no perder la calma, que Enemybook tiene la solución. De la mano de Kevin Matulef, esta buena gente viene haciendo lo imposible, desde julio de 2007, para que agregar contactos en la misma plataforma que Facebook, como amigos, claro, pero también como enemigos, sea finalmente un sueño hecho realidad.
En Enemybook, que ya cuenta con más de 16 mil registrados, está permitido notificar la lista de enemigos, especificar las razones del odio o rechazo hacia tal o cual persona e incluso hacerse amigo con los enemigos de los enemigos.
¿Los más odiados de aquel sitio? Encabezan la lista George W. Bush, con alrededor de 4 mil enemigos, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, con otros cientos y Paris Hilton con otros tantos.
Matulef, el fundador de Enemybook, confiesa que su sitio nació jugando, a modo de sátira. Y sorprendido, añade: «¡Pero se volvió en mi contra! Me hizo popular y tengo más contactos de los que conozco».
¿Qué decirle al respecto? Tal vez, que evalúe la opción de pegarse unavuelta por la portada de myfrienemies. Allí se encontrará con un slogan cuyas palabras, para nada desdeñables, rezan así: «¿Quién necesita enemigos con amigos como estos?»
Fuente: La Nación, Ignacio Escribano, Argentina