Un grupo de científicos de la Universidad de Sídney logró transferir información digital desde ondas de luz a ondas de sonido en un microchip, un avance pionero que contribuirá a la mejora de las supercomputadoras.
El estudio, publicado hoy en Nature Communications, demuestra que la ralentización de la información permite la transferencia de datos de un medio óptico a un circuito acústico, lo que facilita su almacenamiento y procesamiento.
‘La velocidad reducida de la información digital proviene del hecho de que las ondas de sonido viajan 100,000 veces más despacio que las ondas de luz’, indicaron Moritz Merklein, Birgit Stiller y Benjamin Eggleton, responsables del proyecto.
Los tres científicos de la Universidad de Sídney comparan esta diferencia con los segundos de diferencia entre un relámpago y un trueno.
Actualmente, las supercomputadoras que manejan ingentes cantidades de información utilizan procesadores paralelos que usan electrones para transferir los datos, con el inconveniente de que producen pérdidas y generan calor.
En cambio, la luz es un excelente conductor de información y es útil para transportar datos a través de largas distancias, como por ejemplo a nivel intercontinental, mediante los cables de fibras ópticas.
Sin embargo, esta ventaja que proporciona la velocidad de la luz puede convertirse en una molestia, ya que a veces los procesadores están ocupados y tienen que redirigir la información.
Para ayudar a resolver este problema, Merklein, Stiller y Eggleton utilizaron una memoria para la información digital capaz de trasferir coherentemente ondas de luz y de sonido en un microchip fotónico, que fue construido por expertos de la Universidad Nacional Australiana como parte del proyecto.
‘La construcción de un búfer acústico dentro de un chip mejora nuestra habilidad de controlar información en varios órdenes de magnitud’, explicó Merklein, doctorando en la Universidad de Sídney, en un comunicado del centro.
La distribución de la información a través de medios ópticos supone una enorme ventaja sobre los medios electrónicos porque aumenta el ancho de la banda y la información viaja a la velocidad de la luz.
Asimismo los fotones, a diferencia de los electrones, son inmunes a las interferencias de la radiación electromagnética.
‘Nuestro sistema no está limitado a un ancho de banda. A diferencia de los sistemas previos, éste nos permite almacenar y recuperar información en múltiples ondas sonoras de forma simultánea, aumentando considerablemente la eficiencia de nuestro dispositivo’, remarcó Merklein.
Los científicos afirmaron que se necesitarán entre 5 y 10 años para desarrollar la capacidad de almacenamiento de sus microchip fotónicos, que consideraron un paso importante para la gestión de datos de alto rendimiento y el internet de alta velocidad.
EFE