Los pronósticos de hace 10 años no se han cumplido: no hemos dejado de imprimir al 100 por ciento. Lo que ha cambiado es la forma en la que lo hacemos y por tanto, la naturaleza del mercado de impresión como negocio.
“El mercado per se (venta de equipo) cayó el año pasado, por la crisis y también, como reflejo de que las cosas han cambiado. En contraste, el sector de servicios de impresión creció 2%”, dijo Fabiola Cruz, analista de Select
En concreto, esta caída es de 29% por unidades colocadas (tercer trimestre del 2009) y de 41% por ingresos por la venta de equipos. Los multifuncionales, por ejemplo, vendieron 26% menos y las impresoras láser 29% menos, según calcula Oscar Aguilar, analista de IDC México.
En el 2009 se vendieron 1.8 millones de impresoras, un año antes fueron 2.1 millones, según Select. “Pero no es un mercado en crisis. En México este sector vale 297 millones de dólares”, dijo Cruz.
A nivel mundial, se espera que repunte 19.5%, sobre todo en la gama de equipos monocromáticos y láser.
Entonces, ¿ya no se imprime?
Hoy se imprime menos a nivel personal (en casa) pero en oficinas la tendencia va en aumento. Un estudio de Fujitsu Siemens Computer, calcula que en una empresa se imprimen 120,000 millones de páginas al año, lo que equivale a que un empleado imprime en promedio 22 páginas por día, es decir 60% más que hace cinco años.
¿Exagerado? Una encuesta de Kodak arrojó que 39% de quienes laboran en una oficina han duplicado sus impresiones personales en sus lugares de trabajo y eliminado por completo las que hacen en casa.
Otra prueba son los datos de la Asociación Nacional de Empresas Manufactureras de Tinta de Impresión (NAPIM, por su sigla en inglés), que calcula que la venta de tintas sube 25% cada año (originales y piratas) y que proporciona ganancias de hasta 50% por cartucho para quien la vende.
Calcula también que en promedio, una “fábrica” de tintas para impresoras (no originales) vende al mes 100,000 cartuchos al día, a nivel mundial.
Esto ha impulsado el desarrollo de nuevas tecnologías, como la impresión de tinta sólida, hasta ahora únicamente maquilada por Xerox, que busca un nuevo mercado de impresión, más ecológico.
“No es nuevo, pero sí empezará a repuntar, sobre todo en Pymes y corporativos”, dijo Aguilar.
La tinta
El líquido más preciado
La tinta para impresoras de inyección podría ser uno de los líquidos más caros del mundo. Según la empresa Electronics for Imaging, un litro tiene un precio equivalente a 900 dólares, lo que significa que si se quisiera llenar el tanque de gasolina de un coche compacto con ella, se necesitarían 70,000 dólares.
Al respecto, la Asociación Nacional de Empresas Manufactureras de Tinta de Impresión, calcula que los fabricantes de equipos de impresión obtienen 64% de sus ingresos con su venta, incluso en países como México, en donde 70% de la tinta que se usa en impresoras de inyección, es pirata.
Fuente: El Economista, México
