Microsoft presentó una serie de herramientas de inteligencia artificial (IA) diseñadas para asistir a las organizaciones de atención médica en la mejora de sus servicios.
En el marco de la conferencia HLTH de la industria de la salud, que se lleva a cabo esta semana en Las Vegas, la compañía presentó Microsoft Fabric y Azure.
Estas herramientas tienen la capacidad de combinar diversos tipos de datos, como registros médicos electrónicos, imágenes y dispositivos médicos, entre otros, permitiendo a las organizaciones estandarizar y acceder a esta información en un único lugar.
El gigante tecnológico informó en un comunicado que los datos relacionados con la atención médica siguen experimentando un rápido crecimiento, y las organizaciones luchan por mantenerse al día con el aumento en volumen, variedad y velocidad.
Según el Foro Económico Mundial, los hospitales generan aproximadamente 50 petabytes de datos al año, lo que equivale a alrededor de 10,000 millones de archivos de música.
Microsoft señaló que el 97% de estos datos permanece sin utilizar, y subrayó la importancia de aprovecharlos de manera efectiva para lograr avances clínicos y operativos que puedan marcar una diferencia significativa en la vida de los pacientes y su trayectoria de salud.
La herramienta Fabric para la atención médica ha estado en proceso de prueba con selectos clientes, incluyendo Northwestern Medicine, Arthur Health y SingHealth. A partir de hoy, se encuentra disponible en una versión preliminar.
Doug King, director de información de Northwestern Medicine, indicó que su organización se encuentra en proceso de migración de datos al sistema Fabric y que ya están emocionados por su potencial.
King afirmó que ‘los datos son fundamentales en el ámbito de la atención médica, desde comprender lo que sucede en quirófano hasta el control del flujo de pacientes’.
Asimismo, Microsoft presentó el chatbot generativo de IA llamado Azure AI Health Bot, que tiene la capacidad de extraer información de datos internos de organizaciones de atención médica y de fuentes externas confiables, como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y los Institutos Nacionales de Salud.