Rusia podrá multar a YouTube, Facebook y otros proveedores de contenidos en internet por hasta el 10% de sus ingresos anuales si incumplen de manera reiterada las disposiciones del regulador ruso de eliminar o restringir el acceso a contenidos prohibidos en el país.
Así lo estipulan las enmiendas adoptadas este viernes por el Comité de Política y Tecnologías de Información de la Duma o Cámara Baja a un proyecto de ley que establece el monto de las multas por incumplimiento de las disposiciones de Roskomnadzor, el regulador en el ámbito de las comunicaciones.
El proyecto inicial contemplaba para las personas jurídicas multas de 4 a 8 millones de rublos (de 55,000 a 110,000 dólares) y la modificación las fija entre la vigésima y décima parte del total de ingresos anuales por la venta de mercancías y servicios.
En caso de aprobarse la ley, los ciudadanos que no eliminen de su páginas web contenidos prohibidos serán sancionados con multas de 100,000 a 200,000 rublos (de 1,400 a 2,800 dólares).
De acuerdo con los autores de la iniciativa, las estadísticas de Roskomnadzor señalan que con frecuencia violan la legislación rusa grandes empresas de internet registradas fuera de las fronteras del país.
Para abril de este año YouTube no había eliminado a petición del regulador 10,482 direcciones URL con información prohibida en Rusia; Twitter, 1,462; Instagram, 1,435, y Facebook, 362.
‘Los extranjeros son líderes en este campo, y con este instrumento queremos que presten más atención a la limpieza de sus contenidos en el espacio jurídico de la Federación de Rusia’, dijo el vicepresidente del Comité de Política y Tecnologías de Información, Serguéi Boyarski.
La legislación rusa prohíbe difundir información que contenga propaganda de guerra, incitación al odio étnico, racial o religioso; que represente una amenaza para la vida y la salud de los menores de edad o les incite a consumir drogas, tabaco, alcohol, a participar en juegos de azar, y a dedicarse a la prostitución y vagabundear.
También veta páginas que justifiquen el trato cruel a los animales, que nieguen ‘los valores familiares’ o hagan propaganda de ‘relaciones sexuales no tradicionales’.