Con cerca de 20 mil millones de dólares a realizarse entre 2007 y 2012 en México, en el sector de telecomunicaciones, unos tres mil 500 millones de dólares por año, resulta de la mayor trascendencia la forma en que ha avanzado el Grupo Televisa de Emilio Azcárraga Jean, en convertirse en un must carry, must offer, definido bajo el estándar de la Comisión Federal de Competencia Económica que preside Eduardo Pérez Motta.
Esto explica la rápida suscripción del acuerdo de comercialización y la firma del contrato de licencia con Maxcom dirigido por René Sagastuy, para que sus cerca de un cuarto de millón de sus suscriptores de telefonía fija y cable puedan recibir los canales de televisión de paga y de televisión abierta producidas por Televisa, luego de nueve meses de negociación y una denuncia presentada el 3 de julio ante la CFC.
Si Televisa no realiza una «oferta general y universal» de sus contenidos y/o con «asociados», impone criterios de exclusividad a todos los prestadores de cable, telefonía fija y/o televisión restringida que quieran ofrecer sus contenidos, incluyendo a sus competidores, enfrentará un stop, don’t do it del órgano de competencia que le afectará tanto como el «estate quieto» del título de concesión de Teléfonos de México que preside Jaime Chico Pardo y dirige Héctor Slim.
De ahí que esta semana espere usted ver contenidos de televisión que no recibía o que su oferente de servicio de cable local o de teléfono (salvo Telmex) comience a ofrecerle paquetes que puedan ir en contra de sí mismos, porque ahora resultará poco conveniente no contratar los servicios combo de Cablevisión y mantener los de Sky de Televisa, si por menos precio tiene Internet, teléfono y televisión (o sea, el triple play de la convergencia).
Lo que sí estuvo en juego de no haber suscrito con el acuerdo de Maxco, fue la autorización para adquirir 49 por ciento de TVI al Grupo Multimedios de Francisco González de Monterrey y luego 49 por ciento de Cablemás que preside Javier Álvarez Guerrero.
Si hace sumas entre asociaciones, revisa la forma en que se ha tejido y estructurado la oferta digital y también observa el monto de las inversiones realizadas para la expansión de Cablevisión y Esmás, Televisa se ha preparado para tener una red de redes, de ahí que el must carry y must offer tenga que garantizarse a todas las empresas de TV abierta o restringida que hayan solicitado o soliciten acceso a sus contenidos y redes.
Esto implica que probablemente el equipo de la CFC estará muy atento a la oferta de precios, porque se comenta en el medio que debería realizar una «oferta universal», aunque difícilmente podría un productor de contenidos independiente quitarle el estrellato a cualquiera de los contenidos realizados por la empresa contra ratings realizados por agencias independientes, ¿o si?
Por lo pronto, abrir el contenido a Megacable, que va a 900 mil suscriptores, le amplía a Televisa en un tercio el mercado de televisión de paga, algo cercano a 41 por ciento del mercado si asumimos que a finales del primer trimestre, según la Cofetel que preside Héctor Osuna, en México había 6.2 millones de suscriptores de paga, y si se utilizan tanto el número de suscriptores de sus subsidiarias/afiliadas (SKY, Cablevisión, Cablemás y TVI), era de 2.6 millones.
Sin embargo, la participación de mercado de Televisa bajaría a 23 por ciento, si tomamos el número proporcional de subscriptores, ya que Televisa en ningún caso controla 100 por ciento de estas empresas.
Por lo pronto, si lo ve en números redondos, los 900 mil suscriptores de Megacable serán objeto también de las «ventas dirigidas» y eso les gusta mucho a los sectores de consumo, televisión de paga y apuestas. Por eso agrada mucho la acción de Televisa y sus resultados más, porque no tendrán «ingresos extraordinarios» de devolución de impuestos.
Por lo pronto, el hasta ahora ganador del proceso de convergencia es a todas luces Teléfonos de México, que preside Jaime Chico Pardo y ad honorem, Carlos Slim, con el mayor número de suscriptores de Prodigy y líneas fijas, y a pesar de lo cual no puede realizar ofertas de «contenido», dado que su título de concesión sigue restringido.
El calendario del Acuerdo de Convergencia pasó a mejor vida, y entre la portabilidad y la oferta de interconexión e interoperabilidad, se han ido tejiendo redes de asociación entre empresas de todo tipo, que ahora están penetrando en el único segmento donde Telmex era un rey: telefonía fija.
Por ello, se espera que de un momento a otro Telmex demande la apertura a la SCT de su título, ya que si bien tiene 92 por ciento de las líneas fijas de telefonía en México, está buscando que se consideren «tramos, mercados y el mercado integral de telefonía, incluyendo celulares, pero si sumaran Telmex y América Móvil, de todas maneras, sería territorio Telmex, Telcel o México.
Fuente: Alicia Salgado, El Financiero, México