Terminó la primera jornada de un Mobile World Congress (MWC) que este año, más que nunca, viene cargado de grandes novedades. Un evento que reúne a más de 1,400 compañías de todo el mundo, las cuales traerán a unos 3,000 altos directivos. La previsión es acercarse a los 65,000 asistentes.
Todas las marcas relacionadas con el mercado móvil, a excepción del gigante Apple, han hecho sus deberes y se presentan en Barcelona para ver si su trabajo a lo largo del pasado año ha merecido o no la pena. Para todas ellas llega la hora de la verdad y se juegan el futuro más inmediato en smartphones, tablets y todas las soluciones tecnológicas que se lanzan en los próximos meses a la calle.
Y aunque la tecnología vende si es buena, el marketing en este congreso también hace mucho, y sino que se lo digan a Windows Phone, con su stand al estilo de casino de Las Vegas y el famoso “hagan juego”. Una imagen cuanto menos curiosa observar cómo se jugaban 100 euros a que su sistema operativo era el más rápido de los que se hubiesen puesto por delante. A lo largo del día en más de una ocasión han perdido su propio ‘Challenge’ y han quedado en evidencia delante de la mirada de los asistentes. Aun así, es una manera de vender, también interesante, pero se me antoja quizá un arma de doble filo.
Otras marcas también han mostrado sus cartas y han destapado algún que otro as oculto. Es el caso de la compañía china Huawei. Su nueva obra de artesanía se llama Ascend D quad, el primer teléfono visto hasta la fecha con cuatro núcleos (no va a ser el único que los presente durante estos días). Ésta le ha permitido al fabricante asiático referirse a su terminal como “el más potente del mundo”. Algo de vital importancia en este sector y casi en cualquiera…es decir, buscar la diferenciación. Conseguir que tu producto destaque de entre el resto porque es el mejor en alguna característica concreta, a poder ser de las importantes: velocidad, calidad de imagen, capacidad, etc.
Otro concepto importante es el de la expansión, como la que busca la otra compañía china, ZTE. En Barcelona, esta firma -que vendió 60 millones de unidades de móviles en el último año y es el cuarto fabricante del planeta- presenta el ZTE Era, un móvil de alta gama (Android) con una pantalla de 4.3 pulgadas y procesador Nvidia. El Era cuenta con un procesador de cuatro núcleos, mientras que el terminal Optimus 4XHD de LG, que por el tamaño de su pantalla True HD (4.7 pulgadas) puede considerarse casi un híbrido entre un móvil y una tableta de peso liviano (120 gramos), ya que dispone de un quinto núcleo encargado de gestionar el consumo para minimizarlo. Una apuesta que pinta muy bien para la marca asiática.
Sin embargo, como contrapunto tenemos a Nokia, con su nuevo móvil 808 PureView, que cuenta con una cámara de 41 megapíxeles de resolución. Y surge una pregunta en el horizonte tecnológico, ¿es acaso esta estrategia la correcta por parte de la compañía finlandesa? Y más teniendo en cuenta que continua –al menos para este equipo- perenne con su sistema operativo propio, Symbian, que se creía más bien condenado al olvido.
En fin, esto solo ha empezado y veremos qué nos depara el resto de jornadas del Mobile World Congress. Por el momento ninguna compañía ha mostrado aún todas sus cartas, así que nos quedaremos hasta el último día para deleitarnos con esta pokerstars tecnológica.