Un nuevo material, que es una aleación de cobre y níquel en forma de nanoesponja metálica, puede reducir al mínimo el gasto de energía de dispositivos electrónicos tales como computadoras y teléfonos móviles.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), en colaboración con el Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2), crearon un material poroso, con una estructura similar a la de una esponja, pero con unos poros nanométricos, que permite manipular y registrar información con muy poco gasto de energía.
‘Estas esponjas pueden ser la base de nuevas memorias magnéticas en computadoras o teléfonos móviles, con mucha más eficacia energética que las actuales, según indicó el profesor del Departamento de Física de la UAB, Jordi Sort, quien dirige la investigación.
El propio investigador explica que para registrar la información en las memorias magnéticas convencionales de los dispositivos electrónicos, los pequeños dominios magnéticos de los materiales actúan como imanes que se orientan utilizando campos magnéticos.
Para generar estos campos hay que producir corrientes eléctricas, pero estas calientan el material y provocan consumo energético. Ante esto, prácticamente el 40% de la energía eléctrica que llega a las computadoras se disipa en forma de calor.
En 2007, uno científicos franceses observaron que cuando los materiales magnéticos están dispuestos en capas ultra-delgadas, si se aplica un voltaje, la cantidad de corriente y de gasto energético necesario para orientar los dominios magnéticos disminuye en un 4%. Ahora el equipo de Jordi Sort ha buscado una solución basada en las propiedades magnéticas del nuevo material nanoporoso para incrementar su superficie.
‘Con esta inmensa superficie concentrada en un espacio muy pequeño, podemos aplicar el voltaje de una pila y disminuir enormemente la energía necesaria para orientar los dominios magnéticos y registrar los datos’, detalla el físico, quien agrega que ‘esto supone un nuevo paradigma para el ahorro energético en las computadoras y en general en la manipulación de datos magnéticos y en particular en la autonomía de los dispositivos móviles’.
Con información de El Economista.es