Los niños en la actualidad pasan la mayoría de sus vidas en línea, y a medida que crecen, las actividades fuera de línea tienden a transferirse al mundo online, según un estudio realizado por Kaspersky Lab y Iconkids & Youth.
Además, 3 de cada 4 niños prefieren utilizar Internet para obtener información, en lugar de cualquier otra fuente.
Estos resultados demuestran que los niños pueden llegar a ser más vulnerables en línea sin la supervisión y apoyo de los padres.
Los niños se mantienen cerca de sus dispositivos móviles durante todo el día, incluso tienden a dormir con ellos, de manera que pueden conectarse en todo momento desde cualquier lugar.
La investigación muestra que 4 de cada 10 son reacios a olvidarse de sus teléfonos inteligentes incluso durante las comidas.
Además, 23% de los padres de menores entre 8 y 10 años de edad admitió que sus hijos llevan sus teléfonos móviles a la cama.
Este número crece a 41% para los padres de jóvenes entre 11 y 13 años de edad y alcanza 64% de los padres de jóvenes entre 14 y 16 años.
Internet ha penetrado profundamente en la vida de los niños. Los conecta con sus amigos y parientes, lo utilizan para buscar información, para entretenimiento y lo consideran como un punto de destino cuando buscan las últimas noticias.
Prácticamente, todas las actividades que sean de interés para los niños –desde contactos sociales, hasta juegos y películas, entre otros– son accesibles en línea.
La diferencia de uso entre los niños de 8 a 10 años de edad y los mayores de 14a 16 años se puede rastrear fácilmente. Conforme cumplen más años, aumenta la probabilidad de que ‘exporten’ sus actividades fuera de Internet al mundo en línea.
Con el auge de las redes sociales, la forma en que la gente se comunica entre sí ha cambiado significativamente. Los resultados de la investigación ilustran este patrón: casi la mitad de los adolescentes encuestados (49%) admitió que bajo ninguna circunstancia podrían arreglárselas sin las redes sociales, mientras que solo una quinta parte de los niños de edades de 8 a 10 años hizo la misma afirmación.
La investigación también ha demostrado que, conforme son más grandes, es mayor la tendencia de cambiar la comunicación con la gente al mundo en línea.
Otra parte significativa de la vida de los niños –la educación– también tiende a ser más en línea conforme crecen. A medida que los niños crecen, están más dispuestos a usar Internet para aprender. El 26% de niños entre 8 y 10 años de edad estuvo de acuerdo en que estudian más en línea que fuera, pero para los de 14 a 16 años este número creció hasta 39%.
Actualmente, la era de la información ha provocado que los adolescentes se conecten en busca de los datos que necesitan: solo 13% dijo que busca las cosas que le interesan fuera de línea, mientras que 49% se conecta para obtener respuestas a preguntas que tienen. Por otra parte, 3 de cada 4 niños (74%) prefieren utilizar Internet para obtener información, en lugar de cualquier otra fuente.
A medida que los niños crecen, tienden a cambiar del mundo físico al mundo en línea en casi todos los ámbitos de sus vidas. Hay una clara tendencia de que conforme crecen, su vida depende cada vez más del acceso a Internet. En tales circunstancias, es esencial que los padres les expliquen a sus hijos que, aparte de todo lo positivo que trae Internet, también hay peligros que un niño podría no ser capaz de reconocer, explica Andrei Mochola, Director de Productos de Consumo en Kaspersky Lab.
‘Los programas de control parental pueden proteger a los niños de información que no es adecuada para ellos, y notificar a los padres sobre los peligros que sus hijos pueden enfrentar en línea. Puede, por supuesto, ser difícil de explicarle a un niño, sobre todo tomando en cuenta que ellos son nativos digitales –a menudo piensan que saben cómo utilizar Internet mejor que sus papás. Nuestra sociedad –especialmente los padres– necesita aprender cómo comunicar acerca de los peligros en línea a los niños de manera pertinente, pero comprensible’, añade Mochola.
‘Internet está dando forma al comportamiento de los niños y jóvenes en varios aspectos de sus vidas. Es una función compartida de la familia, la escuela y la comunidad en general, el ayudarles a utilizar herramientas y plataformas en línea de forma responsable y así mantener un equilibrio de vida saludable”, según Janice Richardson, Asesora Principal del European Schoolnet.
‘Es importante que la tecnología en línea se convierta en una parte integral de las actividades de aprendizaje de un niño, ya sea en casa o en la escuela. Aún queda mucho por hacer para alinear la educación escolar con la realidad del mundo actual, y para dejar de socavar el importante papel que juegan los padres en la educación de sus hijos, a pesar de que no siempre sean capaces de igualar sus habilidades técnicas’.