Con el objetivo de desalentar el elevado número de robos de teléfonos móviles en el Estado de California, a partir de mediados de 2015 una nueva ley exigirá que todos los teléfonos inteligentes que se vendan incorporen un mecanismo antirrobo que permita inutilizarlos en caso de robo, según una nueva ley aprobada hoy en el Senado estatal.
Los nuevos dispositivos que sean comercializados deberán contar con un ‘kill switch‘, que permita desactivar de forma remota el equipo en caso de pérdida o robo.
Sin embargo, tanto la Asociación de la Industria de las Telecomunicaciones Inalámbricas (CTIA) como firmas de la talla de Apple y Microsoft se han opuesto a la medida, argumentando que es ‘técnicamente irrealizable, prohibitivamente cara y permitirá que los hackers abusen de ella’.
Según la firma de seguridad Lookout, 1 de cada 10 propietarios de smartphones en Estados Unidos ha sufrido el robo de uno de estos dispositivos.
EFE