La mayoría republicana en la institución reguladora votó hoy a favor de la nueva regla que deroga el principio de «neutralidad de la red», que salvaguardaba internet como un servicio público de libre e igual acceso.
Dirigida por Ajit Pai, La Comisión tomó la decisión por tres votos a favor y dos en contra -los demócratas- de poner fin a la regulación que impulsó en 2014 el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y que luego se aprobó en 2015.
En la práctica, la norma de 2015 impedía que las proveedoras de internet pudieran bloquear o ralentizar el tráfico en los portales que decidieran.
Este principio, que buscaba garantizar el libre acceso en igualdad de condiciones al servicio de la red, fue hoy eliminado entre múltiples protestas por parte de demócratas, asociaciones de consumidores y algunas voces entre las filas republicanas.
En el momento en el que la regulación comience a aplicarse, las compañías proveedoras de internet podrán decidir qué portales bloquear o ralentizar, incluidos los de medios de comunicación o difusión de video, y solo estarán supeditadas a hacerlo público.
Los comisionados republicanos, incluido Pai, argumentaron que la decisión supone acabar con una regla que trataba con «mano dura» a la industria de proveedores de internet ante «hipotéticos daños».
Por su parte, las dos comisionadas demócratas expusieron las consecuencias negativas que podría tener la supresión de la «neutralidad en la red» en consumidores y pequeñas empresas proveedoras de contenido.
Las responsables de la oposición incidieron en la necesidad de retrasar el voto hasta que se investigue el masivo registro de comentarios a la propuesta de la Comisión, 22 millones en total, de los que al menos dos millones habrían sido realizados desde perfiles falsos, según denunció el fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman.
El voto tuvo que ser suspendido durante unos minutos por «motivos de seguridad» y, paralelamente, se registraron manifestaciones contra la decisión en el exterior de la sede del regulador en Washington.
EFE