El estado de Nueva York dio luz verde al polémico negocio de las apuestas deportivas online, a las que ofrece el mercado más grande de Estados Unidos hasta la fecha con la esperanza de recaudar hasta 500 millones de dólares al año.
Con casi 20 millones de residentes, Nueva York se coloca a la delantera de una veintena de estados en los que es legal apostar desde el celular, por delante de Nueva Jersey, a donde cruzaban muchos neoyorquinos desde que se convirtió en la pionera en 2018.
En ese año, el Tribunal Supremo de EU levantó el veto que limitaba las apuestas solo a Nevada, donde se ubica Las Vegas, y desde entonces al menos dieciséis estados las han legalizado.
En Nueva York, las operadoras autorizadas —Caesars, DraftKings, FanDuel y BetRivers, a las que se sumarán otras cinco— pagarán una tasa impositiva del 51% sobre su facturación bruta a Nueva York durante los próximos 10 años, un alto peaje con el que el estado aspira a recaudar en 2025 casi 500 millones, cifra que los expertos consideran poco realista.
Según el análisis de los presupuestos publicado por el auditor estatal, Thomas DiNapoli, las apuestas deportivas online son el elemento que más dinero aportará en 2025 solo por detrás de los impuestos a los ingresos personales, y seguido por el uso recreativo del cannabis.