La inteligencia artificial (IA), junto con otras innovaciones en robótica y automatización, está modificando las condiciones de seguridad y salud en el trabajo, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que propone impulsar los beneficios y mitigar los riesgos de esta transformación.
En cuanto a los aspectos positivos, el documento destaca que la IA puede agilizar tareas, reducir la carga laboral e impulsar la innovación, incluso en sectores donde la tecnología ha tenido poca presencia.
Sin embargo, también señala posibles riesgos relacionados con la implementación de tecnologías que aprenden de manera autónoma, como una dependencia excesiva que reduzca la supervisión humana y, en consecuencia, eleve los peligros en el entorno de trabajo.
Además, las cargas laborales determinadas por algoritmos y la constante conexión digital pueden generar estrés, agotamiento y problemas de salud mental, de acuerdo con el análisis del organismo con sede en Ginebra.
Respecto a la automatización, la OIT indica que los robots ayudan a disminuir riesgos y mejorar la eficiencia al encargarse de tareas peligrosas, asistir en procedimientos quirúrgicos y optimizar procesos logísticos.
También pueden reemplazar a personas en labores peligrosas o degradantes, reducir actividades repetitivas y permitir que los empleados se concentren en tareas más complejas, según explica el informe.
No obstante, se advierte sobre peligros como comportamientos imprevistos de los robots o incidentes derivados de ciberataques y fallas en los sistemas.
Para maximizar las ventajas y minimizar los riesgos de estas tecnologías, la OIT propone apoyarse en los convenios internacionales sobre seguridad laboral como base para asegurar condiciones seguras y saludables en los nuevos entornos digitales.
El informe concluye que será fundamental seguir investigando para entender a fondo los efectos a largo plazo de la transformación digital en la salud y seguridad en el trabajo.