Inicio Blog. ¿Para qué hacer las cosas fáciles… si se pueden hacer difíciles?

¿Para qué hacer las cosas fáciles… si se pueden hacer difíciles?

Soy una persona de la llamada tercera edad.  He procurado no solicitar créditos a las instituciones bancarias, y he tenido a lo largo de mi vida la virtud del buen hábito del ahorro.

Frecuentemente me han llegado ofertas de tarjetas de crédito de diversas instituciones bancarias y las he rechazado.

A mi edad no he pensado en solicitar un crédito bancario, pero ahora en apoyo a un crédito que está pidiendo mi hija, le están solicitando un aval.

Para poder ser aval de mi hija me están solicitando a la vez un reporte del buró de crédito, del cual me dicen es muy fácil.

Consulté la página del buró de crédito y me piden:

  1. Número de tarjeta de crédito.
  2. Número de crédito hipotecario (si tiene o tuvo alguna vez un crédito hipotecario).  Si no informa de este crédito, no se le dará información.
  3. Número de crédito automotriz (si tiene o tuvo alguna vez un crédito automotriz).  Si no informa de este crédito, no se le dará información.

Crédito automotriz no he solicitado con ninguna institución bancaria y tuve un crédito hipotecario que fue pagado aproximadamente hace 10 años.

Como lo pagué hace 10 años, y ya vendí la propiedad, destruí toda documentación relacionada con dicho crédito. No tengo el número de contrato y por esa razón, me aparece en la pantalla de la computadora que la información que estoy proporcionando, no concuerda con la que ellos tienen en sus registros.  O sea, ellos tienen la información que quieren que yo les dé (y que además, yo no tengo).

Qué idiotez de quien hizo el programa del buró de crédito.  Para qué hacer las cosas fáciles… ¿verdad?

¿Por qué para solicitar información al buró de crédito piden datos de los tres tipos de crédito?  ¿No sería más fácil con un solo número de crédito dar el reporte?

¿Y por qué un número de crédito?  ¿No podría ser con el R.F.C., o bien, con el número de la CURP?

Pues no.  Si las cosas se pueden hacer difíciles.

Como no pude obtener la información por el medio más moderno a nivel mundial (Internet), sugieren solicitarlo a través de mi banco.  Acudí a Banamex y me cobraron $ 150.00 y me dijeron que en un plazo de dos días me llegaría la información a mi correo electrónico, o bien, en siete días en la oficina Banamex en donde la solicité.  Eso fue el 30 de enero y hoy, 22 de febrero, no recibo aún el reporte del buró de crédito.

Terminé prestándole a mi hija lo que necesitaba.