Las empresas a nivel global expresan preocupación por el impacto de la inteligencia artificial en el ámbito de la ciberseguridad, según revela una encuesta del Foro Económico Mundial (WEF).
El sondeo, realizado en vísperas del Foro de Davos, revela que el 50% de los ejecutivos se inquietan por los avances de la inteligencia artificial en delitos como el phishing, el malware y la propagación de información falsa a través de deepfakes.
Los resultados de la encuesta, elaborada en colaboración con Accenture, también señalan que el 50% de los expertos consultados anticipan que la inteligencia artificial tendrá su mayor impacto en ciberseguridad en los próximos dos años.
Además, menos del 10% cree que este avance beneficiará más a los defensores que a los atacantes en la red.
El informe advierte sobre el crecimiento de la brecha entre las grandes y pequeñas empresas en términos de preparación ante ciberataques.
Mientras que las grandes compañías han avanzado notablemente en resiliencia cibernética, las pequeñas y medianas muestran un retroceso significativo, con una disminución del 30% en el número de empresas que cumplen con los requisitos mínimos de ciberseguridad en un año.
La desigualdad en ciberseguridad se atribuye a factores macroeconómicos, regulaciones y, en gran medida, a la adopción de las últimas tendencias tecnológicas por parte de ciertas organizaciones, según el estudio del WEF y Accenture.
Además, el sondeo destaca la creciente escasez de profesionales especializados en ciberseguridad, y solo el 15% de los encuestados confía en mejorar en este aspecto dentro de sus empresas en los próximos dos años.
El secretario general de Interpol, Jürgen Stock, subraya que ningún país u organización está a salvo del cibercrimen, pero algunos están seriamente incapacitados para enfrentar eficazmente estas amenazas.
Además, enfatiza que no se pueden tener mecanismos de respuesta global efectivos si no se reduce la brecha de preparación.
En el sondeo, el 90% de los ejecutivos sostiene que es imperativo actuar de manera urgente ante el marcado aumento de la desigualdad en la preparación en ciberseguridad.
Adicionalmente, el 81% reconoce que su empresa se siente más vulnerable ante los crímenes cibernéticos en comparación con el año anterior.