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Preparan zepelín gigante para telecomunicaciones y vigilancia

El zepelín solar Stratobus, del tamaño de un campo de fútbol, diseñado para vigilancia y telecomunicaciones, será lanzado en 2022

Preparan zepelín gigante para telecomunicaciones y vigilancia
Preparan zepelín gigante para telecomunicaciones y vigilancia

Un zepelín multifuncional del tamaño de un campo de fútbol, bautizado como Stratobus, que funciona con energía solar y admitirá desde telecomunicaciones hasta misiones de paz, será lanzado al aire en 2022.

El Stratobus puede monitorear la contaminación de una ciudad, vigilar fronteras, controlar espacios marítimos, colaborar en el control de incendios o funcionar como un repetidor de telecomunicaciones, para dar por ejemplo servicio a zonas que en verano experimentan un incremento de la población de manera significativa.

El artefacto, desarrollado por la empresa espacial Thales Alenia,
se categoriza como un pseudo-satélite de alta altitud (HAPS) de grandes dimensiones: 115 metros de longitud y 34 metros de diámetro.

A diferencia de un dron o un satélite, el zepelín es capaz de quedarse mantenerse inmóvil para vigilar un área determinada durante mucho tiempo.

La aeronave flota a 20 kilómetros de la superficie terrestre, en la capa baja de la estratosfera, por encima de los vuelos comerciales y de las corrientes de chorro (vientos fuertes).

En 2019 se construirá un prototipo a escala –más pequeño, de unos 40 metros de longitud– y el vuelo del primer prototipo está previsto para principios de 2022, mientras que la venta y alquiler de servicios será a finales de ese año.

La aeronave lleva una goleta con capacidad de 250 kilos que va equipada en función de la misión a desarrollar (sensor óptico, radar, infrarrojo o híper espectral).

Puede cubrir un horizonte terrestre de hasta 500 kilómetros de radio (800,000 kilómetros cuadrados) y está diseñado para tener una autonomía de diez años, con un mantenimiento de una vez al año.

La aeronave es capaz de contrarrestar vientos de hasta 90 kilómetros por hora para quedarse quieta y desarrollar su misión. Se mueve por la energía solar que capta su cubierta móvil de células fotovoltaicas, que se mueve para captar mejor los rayos del sol.

Este dirigible, que no está diseñado para zonas de conflicto ya que puede ser derribado por un misil, es capaz de despegar y alcanzar la estratosfera en 4 horas y desplazarse por sus propios medios hasta la zona escogida para su misión.

El sector de los dirigibles está experimentando un auge en los últimos años –Google tiene su propio proyecto de globos para llevar internet a zonas remotas de África– pero la compañía asegura que no existen un aparato similar en el mercado.