Hoy, las empresas tiene una infraestructura más grande de lo que tenían hace 15 años.
Anteriormente, las empresas y organizaciones, al dimensionar su infraestructura, debían considerar el número de empleados.
Este escenario se ha modificado, como resultado de la adopción del Internet de las Cosas y la Transformación Digital, dando como resultado un gran tamaño de la infraestructura, la cual debe estar pensada en miles y decenas de miles de usuarios que están accediendo a ella.
Actualmente, los usuarios no son únicamente internos. Hoy se deben considerar a los proveedores que acceden para consultar pedidos, clientes que interactúan para dar seguimiento a través de aplicaciones web y móviles, entre muchos otros factores.
Las redes deben aprovisionar las líneas de comunicación no con base en locaciones físicas establecidas, sino con una visión global, debido a la dispersión de sus usuarios.
Ante este panorama, los responsables de dicha infraestructura ‘sufren’ el día a día de su operación.
Muchas de las tareas a cargo del departamento de TI –como el mantenimiento y actualización de aplicaciones, configuraciones de sistemas modernos y legados, la aplicación de parches de seguridad, entre otras– se realizan de forma manual, lo que requiere de una gran cantidad de tiempo y da lugar a errores.
A medida que una empresa crece, incrementa su cantidad de servidores, equipos y aplicaciones que administrar –muchas personas operando una gran cantidad de equipos y servidores.
Es importante que los responsables de dicha administración cuenten con un ciclo de vida que les permita saber de cada servidor y equipo: quién lo administra, cuál es la seguridad que se le asigna, qué versiones de software tiene, cuál es su configuración y quién lo autoriza.
En este ciclo de vida de la automatización, se requiere contar con un control que permita conocer cómo se ha ido transformando y adecuando a las necesidades de la operación.
En resumen, son un sinfín de procesos repetitivos que deben ejecutarse.
El área de operaciones, en lugar de enfocarse en cómo mejorar la productividad, ser más eficientes y en la innovación, están obsesionados en mantener la operación funcionando, con buena administración y de manera segura.
Por ejemplo, hace 15 años el backup se hacía para un grupo muy acotado de infraestructura; hoy, dicho respaldo se hace para miles de usuarios que se suman minuto a minuto.
En un entorno de TI complejo, hasta la tarea más pequeña puede tardar una eternidad. Es difícil desarrollar, implementar y mantener sistemas en expansión.
Con el propósito de apoyar a la automatización de las áreas de infraestructura tecnológica de las empresas mexicanas en el entorno digital, Red Hat presentó Ansible Automation, una tecnología de automatización para la gestión de entornos de Tecnologías de la Información que ayuda a los responsables de IT en diversos aspectos:
- Automatización. Despliegue y configuración de servidores. Implementar aplicaciones y gestionar sistemas eliminando la complejidad.
- Para lenguaje listo para DevOps, por que involucra en una automatización completa a todas las áreas de TI, es decir, infraestructura, desarrollo, seguridad, redes, etc.
Ansible Automation
Ansible es una herramienta de configuración, despliegue y orquestación de configuración de TI.
Puede automatizar el ciclo de vida completo de las aplicaciones, desde servidores y nubes, hasta contenedores y todo lo que hay en medio.
Red Hat Ansible Automation se presenta con dos ofertas:
- Red Hat Ansible Engine: Soporte que permite la ejecución del motor Ansible, en el que los usuarios pueden automatizar las actividades de los entornos y procesos de TI.
- Red Hat Ansible Tower: Oferta de productos y soporte que ayuda a los equipos de TI a gestionar implementaciones complejas.